‘Si se compra medicamentos no se come bien', Guillermo Cortés

Desde el año pasado viene tomando forma una agrupación de jubilados llamada ‘Movimiento Mundos', y su dirigente destaca en la lucha de los adultos mayores por lograr mejores pensiones y que se les pague todo lo adeudado.

Con una polo blanca bien planchada, gorra negra y una mascarilla que no dejaba ver su rostro afectado por una parálisis, El Siglo conversó con el dirigente Guillermo Cortés, quien vive en carne propia el drama de subsistir con una jubilación de menos de 400 dólares al mes.

Pero, ¿quién es Guillermo Cortés? Con 73 años sobre sus hombros, el líder de los jubilados afirma ser un experto en contrataciones públicas tras 19 años de experiencia en Hacienda y Tesoro, antes de una salida abrupta del Ministerio de Economía y Finanzas por diferencias con el ministro de turno.

Capitalino, pero con un gran cariño por la provincia de Los Santos, es

Amante del boxeo y esporádicamente se le puede encontrar narrando peleas junto al periodista deportivo, Horacio Santamaría. ‘Yo narré con el difunto Piñango, Héctor Villareal, he narrado con Daniel Alonso, con todos ellos he narrado en alguna función (...) yo no soy periodista, pero me gusta eso, ahora estoy un poco inactivo por la parálisis, llevo casi seis meses con la cara virada', dijo mientras se acomodaba la mascarilla.

Precisamente, ese ‘hobbie' le ha servido como un ‘alivio' para resolver sus finanzas porque lo que recibe de pensión es mínimo. ‘Si se compra medicamentos no se come bien, y si se come bien, no se compra medicamentos', explicó al referirse al vía crucis que viven los jubilados y pensionados, muchos sufriendo de desnutrición.

De hecho, Cortés retó al Ministerio de Salud para que haga un estudio serio entre los adultos mayores para ver cuantos desnutridos hay actualmente.

A pesar del panorama, no pierde el sentido del humor y dice que les toca ‘sobrevivir como santos milagrosos', al señalar que desde la parte humana la jubilación se ha convertido en un castigo para los pensionados por vejez.

Para tener una idea del argumento, una persona se jubila con el 40% de los mejores salarios de los últimos 10 años. ‘Si en aquellos años se ganaba un salario de 500 dólares, y era bueno, hoy día como hace esa persona', lamentó.

El dirigente jubilado

Al ver desmejorados sus ingresos por devengar una baja jubilación, Guillermo Cortés comenzó el drama de miles de jubilados que subsisten por obra de Dios con una cantidad mínima de dinero, y esa injusticia le activó esa piquiña revolucionaria que lo ha llevado a ser un aguerrido dirigente. ‘Sentí la necesidad de levantar la voz, y lo hice', dijo con convicción, aunque confesó que en su familia le han pedido que se deje de protestar y estar en esos ajetreos.

Su primera lucha fue por la devolución de los intereses de los décimos del 72' al 83' que al final se logró que fueran devueltos en el gobierno de Juan Carlos Varela, lo que constituyó una victoria para los jubilados y pensionados de todo el país, sin embargo, a Cortés le quedó un sabor agridulce en el paladar.

El grupo donde estaba quería que la deuda les fuera pagada completa mediante el presupuesto y no mediante un documento negociable. ‘No es posible que después de 30 o 40 años esperando metan un negocio con un banco y descuenten el 10% de lo que me van a dar, que eso fue lo que ocurrió'.

Cruzada por la unidad

Desde noviembre del año pasado comenzó a figurar el Movimiento por la Unidad de los Jubilados y Pensionados, mejor conocido como el Movimiento Mundos.

Esta agrupación que ha ganado notoriedad con sus protestas y reuniones con autoridades del Gobierno, nace en un intento por lograr la unidad entre los jubilados y pensionados.

Con unas 60 organizaciones es difícil lograrlo, y para Guillermo Cortés ese ha sido el talón de Aquiles. ‘Ahora iniciamos una lucha nuevamente, no solo de Mundos, sino a raíz de la división que hay internamente, y los gobiernos se han aprovechado (...) ese ha sido el problema', explicó.

Cortés, es fiel a esa lucha que ya forma parte de su vida y sostiene que no renunciará. La próxima meta será lograr la devolución de los intereses adeudados y un bono permanente tres veces al año.