La cochinada nos tiene con el agua hasta el cuello
- martes 13 de septiembre de 2016 - 12:00 AM
COLAPSO. La mala disposición de la basura y el crecimiento acelerado y desmedido de la ciudad son los principales factores que, según expertos, han incidido en las últimas inundaciones, incluida la del pasado domingo en Cerro Viento y El Crisol, en San Miguelito; La Gallinaza, El Nance y Villa de Las Acacias, en Juan Díaz.
José Donderis, director del Servicio Nacional de Protección Civil, explicó que al realizar las inspecciones para drenar el alcantarillado de Cerro viento se encontró gran cantidad de basura y enseres arrojados por la misma comunidad. ‘Esto bloqueó uno de los conductos del alcantarillado provocando la inundación', dijo.
Dentro de la alcantarilla de 1.5 metros hallaron ramas de árboles y caliche que fueron removidos por personal del Ministerio de Obras Públicas (MOP).
Eladio Guardia, administrador de la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario (AAUD), explicó que desde que inició la estación lluviosa han intensificado el barrido y la recolección de desechos.
Manifestó que cada año una sola hormiguita recolecta casi 4 mil bolsas de basura, lo que significa que los panameños arrojan gran cantidad de desechos a las calles.
Recordó que llamando al 311 se puede solicitar a la AAUD la recolección de los electrodomésticos viejos.
‘Le pedimos a la población que coopere con la disposición de enseres para evitar que estos afecten los alcantarillados', precisó.
Durante los 45 minutos de lluvia, el domingo, más de 30 casas se vieron afectadas en Juan Díaz y hubo un deslizamiento en el sector 5 de Samaria y El Valle de Urracá, en San Miguelito.
Además, se registraron cuatro caídas de árboles sobre residencias y seis desprendimientos de techo.
Crecimiento
Según el arquitecto Gerónimo Espitia, la ciudad y sus infraestructuras fueron construidas para una capacidad que ya fue superada.
‘El desarrollo nuestro es desmedido y se está dando en áreas que no están preparadas con el alcantarillado adecuado, para lograr desalojar las aguas cuando llueve', explicó.
Sostuvo que estas áreas se inundan, principalmente, por la tala indiscriminada de árboles para construir proyectos habitacionales, centros comerciales y otras estructuras que denotan desarrollo, pero ninguna se habilita con desagües y vías de acceso pensando en las siguientes décadas ni el crecimiento de la población.