Un grupo de transportistas panameños que se encontraba estacionando sus camiones de carga pesada en Rancho Grande, Amatitlán, vivió horas de verdadero terror la tarde del martes 8 de julio, cuando dos fuertes temblores golpearon el sur de Guatemala.

Los choferes, afiliados a diversas empresas nacionales, trataron de poner a salvo sus unidades bajo la implacable sacudida de magnitudes 5.2 y 5.7.

En videos a los que tuvo acceso El Siglo, se aprecia cómo un alud de tierra se desprende de la ladera de una montaña y cae sobre algunos camiones.

Los panameños intentaron mover sus camiones, pero ante la fuerte sacudida optaron por abandonar el vehículo y correr hacia un terreno más seguro.

Según el reporte de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, los movimientos telúricos, con epicentro en Escuintla y réplicas menores entre las 15:00 y 16:00 horas locales (21:00 y 22:00 GMT), causaron leves daños materiales en diversas comunidades cercanas. Afortunadamente, ninguno de los camioneros panameños resultó herido de gravedad.

Mientras tanto, en una carretera entre Escuintla y Sacatepéquez, el derrumbe de una enorme roca segó la vida de dos guatemaltecos de 53 y 20 años, según confirmó el Cuerpo de Bomberos Voluntarios. El presidente Bernardo Arévalo suspendió clases y ordenó trabajo remoto para el miércoles, al tiempo que instó a la población a mantener la calma y reportar daños al 119.

Con información de EFE