Con el inicio del año escolar también llegó uno de los problemas más graves que afecta a muchos estudiantes: el acoso escolar. Un claro ejemplo de su magnitud ocurrió el pasado 10 de marzo, primer día de clases, cuando la Organización Global de Prevención ante el Bullying (OGPAB) recibió 182 denuncias de acoso escolar en solo 12 horas.

Esta cifra refleja la preocupante prevalencia del problema, y según estimaciones de la organización, los casos no denunciados podrían ser hasta tres veces mayores.

Ante esta situación alarmante, la psicóloga Geraldine Emiliani subrayó que, a pesar de los esfuerzos realizados a través de charlas y conferencias para erradicar el bullying, este sigue siendo un flagelo constante.

Para Emiliani, la raíz del problema debe abordarse desde el hogar, donde los valores fundamentales como el respeto y la solidaridad deben ser cultivados desde temprana edad. Sin embargo, advirtió que muchos niños y adolescentes llegan a la escuela con heridas emocionales profundas debido a maltratos familiares, lo que los lleva a agredir a sus compañeros como una forma de lidiar con los conflictos no resueltos.

Además, Emiliani señaló otro problema que contribuye a la perpetuación del acoso escolar: la actitud de algunos maestros y profesores, quienes también se burlan de los estudiantes, perpetuando así una cultura de acoso que, en muchas ocasiones, pasa desapercibida.

Por su parte, la socióloga Xionara Rodríguez expresó su alarma por el alto número de denuncias recibidas en tan corto tiempo. Rodríguez destacó que la cifra real podría ser aún mayor en áreas de difícil acceso, lo que hace aún más urgente la necesidad de capacitar a los educadores en la detección y prevención del maltrato y la violencia escolar, promoviendo valores de inclusión y respeto en las aulas.

El dirigente magisterial Diogenes Sánchez también hizo un llamado a la acción, insistiendo en que el bullying sigue siendo un problema serio en las escuelas, a pesar de los esfuerzos realizados para prevenirlo a través de charlas y conferencias.

Subrayó que la erradicación del acoso escolar debe comenzar en el hogar, donde los padres juegan un papel fundamental en la formación de sus hijos, inculcándoles valores como el respeto y la solidaridad.Asimismo, destacó la importancia de denunciar estos casos para garantizar que se tomen medidas adecuadas y efectivas.

De acuerdo con un estudio reciente de la OGPAB, los niños y adolescentes entre 8 y 17 años que asisten a escuelas públicas son los más afectados por el bullying. Ante esta situación, Víctor Smoly, director ejecutivo de la organización, hizo un llamado urgente al presidente José Raúl Mulino para convertir la prevención del bullying en una política de Estado. El objetivo es reducir el acoso escolar en más del 68% antes de que finalice su administración.

“Necesitamos actuar de inmediato. No podemos esperar a mediano o largo plazo porque los niños seguirán lastimándose y suicidándose. Debemos actuar ya”, enfatizó Smoly.