El Don Bosco de El Limón de Santa María

Don Bosco, el santo que nació en Turín, norte de Italia, en agosto de 1815, se mantiene en las mentes y corazones de la juventud panameña, de él hemos sabido que fue un educador, amigo de la juventud, igual fundó escuelas, abrió talleres de artes y oficios, escribió obras literarias que promulgaba el evangelio, fue un ferviente deportista, un excelente gimnasta, cultivó el canto, la música, les dio consuelo a los pobres, creyó en la razón más que la fuerza y el miedo.

En la década de 1935 a 1945, cuando la II Guerra Mundial, estaba en su etapa final, en un pueblito pintoresco de la provincia de Herrera, llamado El Limón, vivía una familia, creyente en Dios, ambos maestros de grado, Joaquín Chin Carrizo, quien impartía las artes industriales y su esposa Aura Castillero de Carrizo, maestra de grado, tal vez de multigrado, en aquella época muy pocos educadores habían, recordemos que la Escuela Normal abrió las puertas a las nuevas generaciones un 5 de junio de 1938.

Cuentan, algunos viejos del pueblo de El Limón, que el maestro tenía un receptor donde todas las tardes sintonizaba las noticias para saber el estado de la II Guerra, que ya estaba por culminar, la muchachada de la comunidad llegaba a la casa del maestro Chin, a escuchar las noticias, había un tuco o tuca, donde ellos se sentaban, él lo había llevado para hacer una obra de arte; un cierto día, el maestro les dice: ‘miren muchachos, ese tuco donde están sentados, llegará el día en que ustedes lo cargaran', palabras más, palabras menos, y así, fue, el maestro en sus ratos libres comenzaba a labrar y tallar, una imagen que posteriormente fue bautizada como ‘Don Bosco', desde esa época, la comunidad lo aceptó como el santo patrón de El Limón de Santa María, en Herrera.

Igualmente talló la imagen de la virgen del Carmen, que se encuentra a la diestra de Don Bosco, en el Altar Mayor de la Iglesia que también le hizo el trabajo arquitectónico.