Bajo presupuesto afecta investigaciones en salud

La innovación y la tecnología en materia de salud, es una apuesta gubernamental que busca otorgar mejores servicios a los pacientes, en la detección temprana de enfermedades y su respectivo tratamiento.

La principal dificultad que se afronta en este camino, son los pocos recursos otorgados a la investigación científica.

Eduardo Ortega Barría, de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT), recordó que la inversión en el país oscila entre 0.18% y 0.20% del Producto Interno Bruto (PIB).

“Somos de los últimos países de la región en invertir en ciencia, tecnología e innovación, sin embargo hemos logrado avances sustanciales en los últimos 30 años” recalcó el funcionario.

Durante el pasado foro denominado “Panamá como Centro de Innovación en Salud”, el doctor Ortega, reveló que el presupuesto para este año 2024, contempla un aproximado de $94 millones.

Según reprochó Ortega, la gestión de fondos en la investigación, se vuelve un procedimiento “crítico”, donde a pesar de los fondos concedidos, se presentan “barreras para que ese dinero llegue a tiempo” y se pueda invertir de manera adecuada”.

“Para poder haber ciencia en este país, utilizando el proceso público, demoras meses o años en avanzar. Compras a través de los procesos con los cuales se compra un auto, un aire acondicionado y eso hace que los científicos tengan que esperar meses para que sus reactivos le lleguen para poder hacer un experimento y eso es un problema para nosotros”, reconoció.

A pesar de las debilidades desglosadas en materia de innovación, la SENACYT ha logrado desarrollar desde hace casi 20 años, las conocidas Asociaciones de Interés Público (AIP).

Ortega explicó que las AIP revisten de importancia en la investigación debido que son entidades que, aunque son financiadas en su mayoría por parte del Estado, funcionan como una entidad privada.

“Tienen un presupuesto que el Estado les proveé, pero que las estamos retando para que ellos, a través de servicio al sector productivo, puedan generar fondos internos” destacó.

Ortega recordó que ya existen ministerios que cuentan con AIP, y citó como ejemplo al Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología de Panamá (INDICASAT), que trabaja en campos de la biomedicina, biotecnología y biodiversidad.

Las AIP funcionan mediante una asamblea general, además de una junta directiva compuesta por el sector público y privado.

La participación del sector privado es esencial en el logro de los objetivos, debido a que pueden preservar la “memoria histórica” y dar continuidad a los planes estratégicos para que no se afecten con los cambios de gobiernos.

Panamá cuenta en la actualidad con unas 10 AIP, que trabajan en temas farmacéuticos, logísticos, educación, biología marina, ciencias sociales y ciencias políticas.

Se adelantan detalles para la puesta en marcha del Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, que incluirá la medición sobre el impacto de lo que se invierte y ejecuta en el presupuesto y resultados sobre los problemas que tiene el país.

Enrique Lau Cortés, director de la Caja de Seguro Social (CSS) destacó que la junta directiva de la entidad aprobó recientemente gestionar la creación de su propia AIP, para la administración del Instituto de Investigación, Innovación y Gestión del Conocimiento en la Ciudad de la Salud.

“Soy muy consciente, que ese instituto, bajo las reglas actuales del sistema público está destinado a fracasar” dijo Lau Cortés, quien apostó por la colaboración del sector privado.

La CSS busca mejorar la calidad de tratamiento de los pacientes, así como investigaciones biomédicas, farmacológicas y clínicas del sistema de salud.

“Tenemos un centro de simulación, único en la región, para que todos los profesionales puedan actuar practicando fuera del paciente” agregó.

Lau Cortés, reconoció que el Estado no tiene capacidad de suministrar suficientes recursos para atender todas las necesidades.

“Nosotros hemos estado marginados de la cooperación privada, desde que yo tengo uso de la razón, en la CSS. Gracias a la innovación y a los nuevos modelos que estamos aplicando como el AIP, hemos cambiado la mentalidad” sostuvo.

La CSS también vislumbra el proyecto de “descentralización” en las atenciones de salud, como es el caso de los pacientes con cáncer. Dijo además que no se pueden descuidar las enfermedades crónicas no transmisibles que son una pandemia.