El ataque a la ciudad de Panamá y el desastre del Puente de Calidonia

Ante el desastre escenificado, es prudente analizar los hechos de la derrota.

Precisemos los motivos de las tácticas erráticas cometidos por una fracción del partido liberal en armas.

Había que partir de la derrota infringida a los conservadores a partir del triunfo liberal en la batalla de la Negra Vieja el 8 de junio de 1900.

Al igual que la derrota del ejército conservador en Corozal el 21 de julio hecho que colocó en apuros a los godos, en ese momento en Corozal, el General Emiliano Herrera debió haber seguido a las tropas en desbandadas con una gran probabilidad de derrotarlos.

No utilizo el factor del miedo que arropaba a las fuerzas conservadoras.

Sin municiones y con una tropa sin dirección salvo la huida hacia las puertas de la ciudad de Panamá.

El general Carlos Albán salió en fuga y se perdió tiempo para poder desarticular el ejército conservador.

Oportuno momento debido a que hasta ese instante las fuerzas conservadoras carecían del factor tiempo para emparamentar a sus soldados en el Puente de Calidonia y sospechaban de otros ataques probablemente desde el Cerro Ancón.

El peligro inminente de la derrota el general conservador José María Campo Serrano, quien fungía de gobernador y de Jefe Civil y Militar en la ciudad de Panamá, le cedió el cargo al general Carlos Albán, el primero partió en busca de refuerzos. Y las autoridades se trasladaron a los barcos anclados en la bahía y hacia la isla de Flamenco.

La huida de los Generales conservadores se inició el 22 de julio refugiándose en el buque ingles el Lender Entre ellos, a los generales Salazar y Belisario Losada.

Además un grupo de personas dirigidas por Gullermo Lewis fueron exigir a las autoridades la rendición lo acompañaba el cuerpo consular, Se perdió la oportunidad cuando el General liberal intento pactar con Albán la rendición.

La respuesta del general conservador Albán fue la siguiente: ‘No es imposible un arreglo de rendición honrosa.' Las palabras de Albán eran claras, la alternativa de reorganizase era prácticamente nula. Lo único que pudo salvar a Albán de su decisión de rendirse se centró en la lentitud del general Herrera de presionar más fuertemente a los conservadores.

Otra acción imprudente cometida por el Coronel liberal Paulo Emilio Morales, quien estaba a bordo del Ricardo Gaitan Obeso salió del fondeadero he imprudentemente sin ordenes precisa intento atacar a la pequeña embarcación del ejercito conservador y se hizo visible el lugar que se le había ordenado no abandonar.

En ese instante las fuerzas del ejército conservador que se encontraban en las Bóvedas al divisar la maniobra de Emilio Morales dispararon sus cañones contra el Gaitán sin daño alguno cuando remolcaba la lancha enemiga.

La exigua oficialidad conservadora se percató de los liberales estaban tomando diferentes frentes de batalla. Se hizo más obvio la presencia del ejército liberal cuando el General Cicerón García salió sin orden previa hacer ejercicios militares y prácticas de tiro en la playa de Farfán.

Lo cual fue visualizado por los conservadores y colocando en peligro la operación militar. Además de otra falla inexplicable haber dejado totalmente desguarnecida un punto esencial de respaldo de ataque que se encontraba precisamente en el área de la Boca.

En esta situación el General liberal Domingo De la Rosa le informó al General Emiliano Herrera y comentó: ‘le informé detalladamente, de los obstáculos que en mi concepto, hacían impracticable el asalto del enemigo por los lados inmediatamente adyacentes al Puente de Calidonia, pero que en cambio, sería fácil flanquearlos por nuestra izquierda atravesando el potrero de Bellavista, lindante con la playa de Peña Prieta donde se podía avanzar.' (Domingo de la Rosa.

Combate de Chame y el Puente de calidonia. Revista Lotería. Edición Especial. p. 102) Respondió el General Herrera aceptando la táctica, cierto es que urgía el ataque por la pérdida de tiempo en exigir la rendición. De la Rosa le pregunto a Herrera ‘¿Qué instrucciones llevo? ‘No romper el fuego sino después que oiga usted un cañonazo' Pésima decisión tomada al apuro y sin medir las consecuencias.

Cumplió las órdenes el General De la Rosa y ordenó aumentar la cantidad de balas y marcharon junto con el Coronel Ricardo Nocholson avanzado por Bella Vista y Peña Prieta. Los liberales siguieron entre la maleza y se dio un enfrentamiento con los conservadores sin grandes consecuencias y los enemigos de los liberales salieron en desbandada quedando herido el Teniente Coronel Víctor Manuel Hernández del bando conservador.

Mientras el combate se daba llegó el general conservador Víctor M. Salazar al Palacio de Gobierno y reprendió al general Albán por la pobre pericia en el manejo de la situación. Y lo obligo a cambiar su plan de entregar la plaza por la defensa de la ciudad.

Acto que produjo que el ejército conservador terminara de apertrecharse. En ese momento Calidonia ardió en llamas.