Apareció el hijo perdido de la India Dormida

Cuenta la leyenda que la princesa ‘Flor del Aire' tuvo un hijo varón. Éste viajó sobre los pétalos de una flor flotando desde la cordillera de El Valle de Antón, en la provincia de Coclé hasta la cordillera del cerro Santa Cruz.

El hijo de ‘Flor del Aire' (India Dormida) y nieto del guerrero cacique Urracá, que combatió contra los conquistadores cuando llegaron a tierras del istmo de Panamá, permaneció inalterable y oculto en las inmediaciones del cerro Santa Cruz, en el distrito de Penonomé.

El relato de los ancianos cuenta que la madre dijo: ‘hijo, llegó el momento de dormir. Yo me voy acostar en el Valle de Antón; pero como en esta pequeña cordillera no cabemos los dos, tú te dormirás en Penonomé y desde mi tierra Antón siempre podremos verte para cuidar que estés bien'.

La madre acomodó en sus brazos la cama de la cima de la montaña. El hijo puso su mano derecha sobre su vientre y se quedó dormido por la eternidad. La leyenda cuenta que ‘Flor del Aire' se enamoró de uno de los guerreros de rostro pálido que trataban de conquistar a su gente.

Por ese amor imposible despreció el que le brindaba Yaraví, el más bravo de los jóvenes de su tribu.

Yaraví, desesperado, se suicidó lanzándose desde lo alto de una montaña ante los ojos desorbitados de ‘Flor del Aire'. Ella, por no traicionar a su raza, jamás volvió a ver al español. Caminó por montañas y valles llorando su desventura, fue sorprendida por la muerte sobre las playas que bañan el Caribe, mirando hacia las queridas montañas en donde había nacido.