Un amor por ayudar a los enfermos
- lunes 15 de abril de 2019 - 12:00 AM
Con la alegría contagiosa, cada martes llega Concepción Allonca, de 83 años, al Instituto Oncológico Nacional (ION), a brindar aliento a los pacientes.
Esta labor voluntaria lo ha hecho por 16 años consecutivos y, según ella, es algo que le nace del corazón.
Concepción pertenece a la Asociación de Amigos y Voluntarias del Instituto Oncológico Nacional (ADAVION), una organización orientada a ayudar a los pacientes con cáncer.
Los martes que le toca ir, ella conversa con los pacientes; le da ánimo para que sigan luchando. ‘Hasta chistes les cuento para que ellos olviden por un momento su situación', expresó.
‘Conchita', como sus amistades la conocen, comentó que no olvida cuando inició en la ADAVION: ‘Fue un 16 de agosto del 2002 cuando fue recomendada a la fundación; ese mismo día me dieron una bandeja en la mano y me mandaron a repartir galletas', dijo
‘Ese día estaba feliz, porque era algo que siempre quería hacer, pero como trabajaba de oficinista y tenía que atender a mis hijos no podía. Pero ya jubilada lo pude hacer realidad mi sentir de ayudar a los pacientes como dictaba mi corazón desde joven', narró Concepción.
Ya dentro de la fundación, Conchita se dedicó al inicio a repartir el café y otros refrigerios a los enfermos, pero cuando cumplió 80 años, hace tres años, comenzó en el área del trato con los enfermos, en donde todos los martes visita, conversa y les da aliento a estas personas.
Esta señora, quien pertenece a la directiva de la ADAVION, manifestó que esto lo heredó de su madre, Priscila Garasa. ‘Mi madre fue voluntaria en un hospital en República Dominicana', indicó.
A sus hijos Iván y Ariadna, Conchita le ha inculcado ese amor por ayudar a los necesitados.
Esta dama, quien tiene dos nietos y una bisnieta, dijo que sus familiares, están feliz de verla hacer lo que ella siempre había querido, ser voluntaria en de la Asociación de Amigos y Voluntarias del Oncológico.