Albergue clandestino de gatos en El Carmen

El 21 de julio de 2010, el director médico del Centro de Salud Emiliano Ponce en San Miguel, Miguel Sánchez, remitió un expediente al je...
  • viernes 20 de mayo de 2011 - 12:00 AM

El 21 de julio de 2010, el director médico del Centro de Salud Emiliano Ponce en San Miguel, Miguel Sánchez, remitió un expediente al jefe de asesoría legal de la Región Metropolitana de Salud, Gilberto Achón, por una queja sanitaria contra el abogado Ariel Sucre por mantener un albergue clandestino en El Carmen, en Bethania, en donde hay más de 20 gatos.

El expediente fue enviado con una copia para el director Metropolitano de Salud, Jorge Hassán, pese a esto, el Ministerio de Salud desconoce del lugar.

Más de 10 años lleva este albergue operando en la barriada El Carmen el cual es habitado en su gran mayoría por adultos mayores que padecen de quebrantos de salud.

Pelos de gato sueltos tienen a los vecinos de la casa albergue con constantes alergias, según indicó una moradora quien ha sufrido daños en su residencia y quebrantos de salud, por estos animales.

A las 5:00 a.m., se colocan los platos de comida en el patio de la residencia y en la entrada para atraer a los gatos, dijo.

Rina Franceschi, residente del lugar, dijo estar preocupada por la falta de comprensión de las autoridades de salud quienes no han querido solucionar el problema.

El Siglo intentó en innumerables veces contactar a Ariel Sucre, pero no fue posible, pese a que la residencia mantenía sus puertas internas abiertas.

MINSA SIN DAR RESPUESTAS

Desde que se interpuso la denuncia ante asesoría legal del Ministerio de Salud (Minsa), el albergue sigue operando.

A través del Departamento de Comunicaciones del Minsa, se organizó un operativo, pero fue suspendido. Se intentó conocer una versión de Hassan, mas fue imposible contactarlo.

Según Algis Torres, director regional de Salud de San Miguelito, los gatos pueden producir toxoplasmosis y rabia.

Los más propensos a estas enfermedades son los adultos de entre 40 a 70 años por permanecer mayor tiempo en sus viviendas.

Torres indicó que el pelo y el excremento de estos animales es perjudicial para las personas.