2 mil niños recibieron el año 2015 en un orfanato
- jueves 01 de enero de 2015 - 12:00 AM
OLVIDO
Sentado y mirando por la ventana iluminada con el resplandor de los fuegos artificiales, anunciando la llegada del 2015, estuvo Santiago.
Un niño de 10 años que con la partida del 2014, también se le esfumó la esperanza de pasar las festividades de fin de año en el calor de un hogar.
Tal y como lo ha soñado desde hace varios años, llegó al Hogar San José de Malambo en buscan de amor y protección.
Así como Santiago se encuentran 2 mil 242 niños que residen en los albergues que maneja la Secretaría Nacional de Niñez Adolescencia y Familia (SENNIAF)
Estadísticas de esta institución indican que mil 120 de los menores que se encuentran en los 55 albergues son niñas, mientras que mil 122 son niños.
De acuerdo a la directora de la Senniaf, Idalia Martinez, el objetivo es que los niños y jóvenes pasen el menor tiempo posible en los albergues y sean acogidos por una familia.
‘De esta manera, ellos tendrán mayor oportunidad de sentirse queridos y no lleguen a la mayoría de edad sin tener desarrollar ese sentimiento’, recalcó.
Martínez explicó que la cantidad de niños que permanecen en estos lugares está muy relacionado con el proceso de adopción, el cual puede tomar hasta dos años.
Dijo que no todos los que permanecen en estos centros están aptos para salir de ellos, pues tienen que pasar por un proceso de pre adopción y deslindarse de la patria potestad.
La mayor cantidad de menores que se mantienen en los albergues, son jóvenes que se mantienen en las edades de 15 a 17 años, cuya cifra alcanza los 739, seguido por niños entre 1 0 y 14 con 732.
¿Beneficio o perjuicio?
Aún cuando la labor dentro de los albergues es proteger y cuidar al menor, la psicóloga Yeraldine Emiliani considera que estos no deberían llegara cumplir su mayoría de edad dentro de estos centros.
Debido a que esto le representa al infante un daño emocional, piscológico, y hasta mental, porque ellos tienen la esperanza de ser adoptados.
Emiliani recomendó a los encargados de estos albergues no comunicarle a los niños que algún día van a ser adoptados, porque de no darse, afectaría la autoestima del infante.