Verduleros ilegales debajo del puente
- viernes 20 de mayo de 2011 - 12:00 AM
L e dieron permiso a uno, pero se metieron 10. La parte de abajo del puente vehicular que divide al corregimiento de Pedregal con el de Juan Díaz, se ha convertido en un mercado de legumbres improvisado, sin tener medidas de seguridad y salubridad.
Diez verduleros aparte de obstruir el paso de las personas que intentan caminar por el lugar están de manera ilegal, salvo uno que sí tiene permiso.
Aquella autorización otorgada por la Junta Comunal de Pedregal, fue aprovechado por otros vendedores (sin permiso) para establecer sus mesas y pesas para comercializar sus productos.
SUCIEDAD, POLVO, HUMO Y AGUA
Cuando llueve, el agua sucia de los autos que pasan por encima del puente se filtra a través de la deteriorada estructura y cae sobre los alimentos, que posteriormente serán consumidos por personas que desconocen la situación.
Algunos clientes compran a diario en el lugar, pero otras están conscientes de la situación y no lo hacen. La molestia de no poder pasar cómodamente por el lugar, como antes lo hacían los preocupa y, por ende, han puesto la queja.
‘Le pedimos a las autoridades que tomen cartas en el asunto, porque no está bien que los vendedores se adueñen de esa parte del puente sin tomar las medidas de salubridad’, mencionó Berta Gutiérrez, con un tono de molestia.
PUENTE DAÑADO
Pero todo no termina allí, ya que el puente vehicular se encuentra deteriorado. La estructura tiene más de 20 años de no recibir mantenimiento, tiene muchos tornillos casi sueltos, situación que pone en peligro la vida de los vendedores y de quienes transitan por el lugar.
Un vocero del Ministerio de Obras Públicas dijo que -en el momento- no tenía cuándo se le dio mantenimiento por última vez a la estructura.
PERMISO DEL ‘REPRE’
‘La Junta Comunal le dio permiso de tres meses a un vendedor de plátanos al principio. Luego llegaron otros sin permiso alguno. Hemos visto hasta camiones estacionados en el lugar y eso no lo podemos permitir’, señaló Oscar Coronado, representante de Pedregal.
Anunció que se le va a suspender el beneplácito a la única persona que se le entregó. A este último no se le renovará el permiso, informó el edil Coronado.
El funcionario indicó que el paso vehicular divide a Juan Díaz y Pedregal, lo que significa que los vendedores del lugar están en ambos corregimientos, por lo que se entiende que este es un dilema fronterizo.
Es decir, cada representante debe encargarse de desalojar o dejar vender a los ciudadanos que estén ubicados en su respectivo corregimiento.