Puerto Caimito: Un pueblo forjado por el mar y la fe en la Virgen del Carmen
- martes 15 de julio de 2025 - 9:01 AM
Cada 16 de julio, en las calles de Puerto Caimito, un pintoresco pueblo de La Chorrera, los habitantes honran a su patrona celestial. Las calles se visten de colores, resuenan los fuegos artificiales y una profunda devoción de agradecimiento envuelve a la comunidad en honor a su estrella del mar, la virgen del Carmen. Allí a este día del calendario se le llama “el día de la Virgen”.
La estrella del mar: historia de una devoción milenariaLa devoción a la virgen del Carmen como “estrella del mar” tiene sus raíces en el siglo XIII, cuando el 16 de julio de 1251, la Virgen María se apareció a san Simón Stock, prior general de la orden del Carmen, entregándole el santo escapulario. En aquella aparición, el santo la invocó como “flor del Carmelo” y “estrella del mar”, poniéndola bajo su amparo y suplicándole protección para toda la comunidad carmelita.
En la Edad Media se alababa a la Virgen como “estrella del mar”, ya que los marineros dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. Según la tradición, cuando los marineros salían por los puertos, siempre se encomendaban a la virgen del Carmen y la llamaban la estrella del mar, en alusión a Venus, que es la estrella del mar y guía de su camino.
Raíces históricas en el mar
Muchos países del mundo se unen a estas celebraciones. Acá en Panamá hay incluso la hermosa procesión acuática en Puerto Caimito, que es un pueblo cuya historia está intrínsecamente ligada al mar. Desde su fundación, sus habitantes han vivido de los frutos del mar, una tradición ancestral que los ha convertido en sede de una empresa procesadora de mariscos. Sin embargo, aún conservan en sus costas las tradicionales “pangas pesqueras”, embarcaciones que siguen siendo el único medio para que los valientes pescadores muchas veces enfrenten las inclemencias del tiempo.
La virgen del Carmen es reconocida como la patrona de los marineros, pescadores y todos aquellos que enfrentan los peligros del mar. Así como una estrella en el cielo orienta a los navegantes, ella guía y protege a quienes buscan su sustento en las aguas. Esta alianza sagrada entre el mar y los pescadores mantiene viva la esencia del pueblo: la fe como refugio ante la incertidumbre del océano.
Trasciende generaciones
La devoción a la virgen del Carmen no se limita a los pescadores. Madres desesperadas han encontrado en ella su última esperanza, poniendo a sus hijos enfermos en sus manos celestiales y recibiendo respuestas a sus plegarias más urgentes.
Puerto Caimito ha logrado fusionar generaciones en la fe. Los grupos del coro integran jovencitos y adultos de diferentes edades, realizando múltiples actividades previas para llegar al 16 de julio con todos los componentes de una gran familia de fe que celebra unida.
La misión Stella Maris: una unión históricaEste año la celebración adquirió un significado especial con la visita de Stella Maris, organización anteriormente conocida como Apostolado del Mar, presente en 300 puertos de más de 50 países. El sacerdote Oskar Kefi, misionero scalabriniano originario de Indonesia, lidera esta iniciativa en Panamá junto a tres seminaristas vietnamitas.
La conexión espiritual se hizo tangible durante la festividad. Por primera vez, sacerdotes misioneros de Indonesia, Brasil y Vietnam, junto a religiosas de México y Colombia, participaron en la apertura de la celebración y presidieron la misa. “Es la primera vez que venimos a este lugar y participar en esta festividad nos llena el corazón”, expresó el padre indonesio, testimoniando cómo la fe ancestral de los pescadores se encontró con la misión evangelizadora mundial.
Programa de celebración
● 12:00 a.m. - Repique de campanas
● 6:00 a.m. - Rosario de la aurora desde el mirador al mar
● 7:30 a.m. - Procesión acuática
● 9:00 a.m. - Rosario por la paz
● 10:30 a.m. - Santa eucaristía (vestir con atuendo afro)
● 12:00 p.m. - Tamborito por la calle principal
● 4:30 p.m. - Rosario por los difuntos
● 6:00 p.m. - Eucaristía solemne y procesión recorriendo las calles principales
Puerto Caimito se convierte así en un ejemplo vivo de cómo la pastoral marítima encuentra su razón de ser en poblaciones costeras, donde el mar no es solo fuente de sustento, sino también de profunda espiritualidad que une corazones en una celebración centenaria de fe.