Docentes de todo terreno
- jueves 05 de diciembre de 2013 - 12:00 AM
Impartir clases en la Comarca Ngäbe-Buglé no es tarea fácil, pues los educadores tienen que viajar por más de una hora y hacer cambios de transporte entre chivas, caballos, burros y largas caminatas para llegar a sus destinos.
A toda esta odisea que pasan los educadores se agregan los inconvenientes que también afectan a la población estudiantil y ni hablar de las instalaciones de los centros educativos.
Entre los 1,700 docentes que imparten clases en esta región, para llegar a la Comarca inician su travesía en San Félix, hacia Hato Pilón, donde está uno de los sectores comarcales.
El viaje hasta la zona referida dura un mínimo de una hora pagando la tarifa de tres dólares en las populares chivas, que son carros de doble tracción.
Luego de que el transporte los deja en su parada deben alquilar un caballo o un burro, para llevar sus pertenencias, a un costo mínimo de $25.
De allí en adelante deberán caminar por horas y en otros casos hasta el día entero, para llegar a sus escuelas.
Mixi Batista, maestra de kínder del Centro Educativo Cascabel, relató que para los educadores es difícil esta situación por la falta de transporte y centro médico, ya que si se enferman tienen que esperar horas para salir.
‘El salario no nos alcanza, ya que tenemos que comprar material para dar las clases como: láminas ilustrativas, papelería, sacar copias, ya que no se les puede pedir a los acudientes por la situación económica precaria en el área’, dijo la maestra oriunda de la provincia Veraguas.
Alexander Chavarría, educador y director del Centro Educativo Cerro Otoe, detalló que los dormitorios son elaborados de cañazas, madera con paredes de cartón o zinc y el piso de tierra.
Agregó que ante la falta de electricidad tienen que alumbrarse con lámparas de querosín. Existen paneles solares, pero son para las aulas.
Fuentes de la Regional del Ministerio de Educación informaron que se están dando los arreglos de las escuelas en el área comarcal.
También tienen estipulado acondicionar las estructuras de estadía de los educadores que imparten sus clases en estas áreas de difícil acceso.