Despelote por transporte pirata en la Gran Estación

DESORDEN

La Gran Estación pasó de ser una plaza comercial el domingo a una piquera de transportistas piratas, quienes desafían a las autoridades por un espacio para brindar su servicio.

Los transportistas de Costa del Este, de Pueblo Nuevo y el Supermercado El Fuerte, que han operado por más de 40 años y pagan $90 dólares por semana, sacaron sus uñas al ser invadidos por los busitos piratas.

Temen que con la llegada de los corsarios las autoridades los multen al pensar que están ilegales.

Este hecho incomodó no solo a los conductores, sino también a los usuarios quienes se vieron afectados al desconocer dónde poder abordar un transporte.

Félix Barría, transportita de la ruta de Costa del Este, aseguró que al compartir el mismo espacio con los de Sicotrac, los policías los boletean y son obligados a dejar a los usuarios ‘en el aire', sin transporte.

‘Esto en la mañana es un mercado persa, aquí llega una gran cantidad de gente', dijo Barría.

El dueño de la gran estación no permite estar dentro, entonces nos queda estar a un costado y compartir el espacio con los taxis.

Eduardo Ashby , inspector de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), señaló que los buses piratas se vieron obligados a buscar una alternativa para seguir brindando el servicio.

Según Ashby, con la construcción de la Línea 2, los usuarios quedaron desorientados por el cambio en el punto de abordaje, hecho que ocasionó el caos.

Alternativa

Como una pequeña luz al final del túnel cayó la noticia de un posible terreno donde se podrían ubicar alrededor de 280 a 300 buses piratas que a diario transportan hacia los sectores norte y este de la ciudad.

Así lo dio a conocer, Tomasito López, dirigente de Sicotrac.