‘La clave está en querer aprender y superarse'
- domingo 01 de mayo de 2016 - 12:00 AM
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El amor por su familia y la sed de superación son el motor que levantan de lunes a sábado a Marcelino Pinto a las 4:00 de la madrugada.
Este joven, de 30 años, abandona su cama desde tempranas horas para llegar a tiempo al proyecto de ampliación del aeropuerto Internacional de Tocumen donde labora como mecánico industrial.
Para llegar a su trabajo Marcelino recorre todos los días alrededor de 75 kilómetros desde La Chorrera hasta Tocumen. Al proyecto llega a las 6:00 de la mañana, una hora antes del inicio de labores.
Giros de la vida
Marcelino es oriundo de la provincia de Chiriquí. Su padre falleció cuando tenía 15 años. Benita Mojica, su madre es su ejemplo a seguir, pues a falta del padre buscó de miles formas como llevar el pan a su casa. Para mantener a sus hijos trabajó limpiando casas y de niñera.
Los aprietos económicos que enfrentaba la familia llevaron a Marcelino a los 17 años a tomar la decisión de mudarse a la capital con un familiar que reside en San Miguelito.
Terminó sus estudios en el Instituto Técnico Louis Martin, en Samaria. ‘No me hacia falta un techo, pasaje ni comida, pero mi familia si la estaba pasando mal' cuenta este joven, que siendo apenas un adolescente empezó a ganarse la vida como ayudante en una veterinaria. ‘Lo que ganaba se lo enviaba a mi mamá', dijo.
Después de graduarse de sexto año se fue a vivir a un cuarto de alquiler. Ya con dos responsabilidades encima, ayudar a su familia y pagar por el lugar donde residía, Marcelino no negaba fuego a cuanto trabajo se le presentara.
Aseador, vendedor y administrador de dos boutiques forman parte de la lista de oficios que llegó a desempeñar. Su tenacidad y esmero lo ayudó a escalar rápidamente buenas posiciones laborales.
Las ganas de superación lo llevaron a embarcarse en un atunero por varios meses. La paga era jugosa recuerda.
‘Mi objetivo siempre fue encontrar un trabajo mejor que el anterior', sostuvo.
Hace seis años Marcelino entró a formar parte del proyecto Saneamiento de la Bahía. El sudor de su cuerpo también lo dejó en la construcción de la Línea 1 del Metro de Panamá.
Sus buenas referencias hoy en día lo tienen haciendo historia en la ampliación del Aeropuerto junto a mil de trabajadores.
Resocialización
Al igual que Marcelino en este proyecto hay otros ejemplos a seguir. Albin Acosta, de 31 años, y que reside en la 5 de Mayo, Calidonia es uno de ellos.
‘Empecé desde abajo, poco a poco me capacitaron y hoy en día desempeño el cargo de supervisor de producción en sistemas especiales', señala Acosta.
Asegura que la obra que más ha impactado su vida ha sido Renovación Colón, pues ahí tuvo compañeros de barrio al igual que él que quisieron cambiar sus vidas. ‘A pesar de que no sabían nada, se les enseñó y guió para que se dieran cuenta que no todo es maldad', expresa este padre de dos hijas, Yisbel y Yosibel.
‘La clave está en querer superase y aprender, es así como se te abren las puertas', fueron las palabras de ambos jóvenes que a pesar de haber pasado por dificultades nunca se dan por vencidos. ¡Feliz día del Trabajador!