Carta a la Tía Fita
- jueves 03 de octubre de 2013 - 12:00 AM
Recordada tía: Ya comenzaron a explotar las uvas políticas a solo ocho meses de las elecciones generales de mayo, pero se ha podido comprobar tía que la gente que tiene valores morales, que tiene mucha decencia, mucha cultura y que pertenece a familias que tradicionalmente son bien calificadas y conocidas en cada comunidad se está absteniendo de participar en los comicios electorales, porque cada día van declinando, bajando y haciéndose más vulgares y en estos la mediocridad, la falta de moral y la ausencia de principios que están por encima de lo que significa ser un político de altura, preparado, elocuente, abriéndoles las puertas a la chacotería y a elementos que inclusive reflejan mala fama en su récord policivo. ¿Cree usted, tía, que la gente que se estima, que se valora y que tiene una cimentada honorabilidad se va a meter en este charco lleno de lacras y de inmundicias para que la confundan? Por eso han adoptado por replegarse y dejarle la politiquería barata y sucia a aquellos elementos que medren a la sombra de la corrupción. Pareciera que solo el Dr. Salerno de Aguadulce es una de las pocas personas que le gusta bañarse en estas aguas sucias, ya que no quiere dar el puesto para que el relevo generacional cambie la pésima imagen del poder legislativo. ¿Cree usted, tía, que una Asamblea Nacional de antaño, como las personas de la talla del Dr. Miguel Ángel Ordóñez, un orador formidable a quien daba gusto escuchar, la Dra. Ester Neira de Carles, la Dra. Guillermina Páez, Aquilino Boyd, Yony Arias, Diógenes de la Rosa, Gil Blas Tejeira, puede compararse con las ultimas cámaras legislativas en las que no hay oratoria ni principios, lo que abunda es el pleito y la discordia? Hasta la próxima, se despide Luisón.