Una mirada desde Panamá a un hallazgo que reescribe la evolución humana

  • viernes 28 de noviembre de 2025 - 12:00 AM

La ciencia vuelve a sorprendernos, y esta vez lo hace con un hallazgo que obliga a replantear capítulos completos de la historia humana. El estudio publicado en la revista L’Anthropologie, que reevalúa el cráneo del niño conocido como Skhūl I, encontrado hace casi un siglo en el Monte Carmelo, es mucho más que una curiosidad paleoantropológica: es un recordatorio urgente de que nuestra especie es el resultado de mezclas, encuentros y colaboraciones que se remontan a 140.000 años atrás.

El niño Skhūl I es un fósil compuesto por un cráneo y una mandíbula hallados en 1931 por la arqueóloga británica Dorothy Garrod y el antropólogo Theodore McCown en las cuevas del Monte Carmelo, en Israel, considerado el cementerio humano más antiguo conocido. Se trata de un infante de entre 3 y 5 años que vivió hace unos 140.000 años, cuya morfología combina rasgos de Homo sapiens y neandertales, lo que algunos científicos interpretan como la evidencia más antigua de hibridación entre ambas especies. Aunque no se conoce su estatura por su corta edad, los análisis indican un desarrollo normal. Su relevancia radica en que adelanta en 100.000 años los primeros contactos entre estos grupos humanos y aporta nuevas luces sobre prácticas mortuorias tempranas y los orígenes biológicos del mestizaje en nuestra especie.