Pablo pueblo continúa golpeado por el irregular servicio de la entidad de la gota, la escasez tiene a miles al borde del nocaut y no hay manera de que el monarca de esta división encuentre la fórmula para resolver. En diferentes puntos del país la afición ha salido a las vías a reclamar por esta situación que los agobia.

En los tinglados de Panamá Este la cosa está color de hormiga, se sienten cansados de las promesas y quieren soluciones. Pareciera increíble, que en un país en el que se presume del modernismo, los trompadachines que deben salir todos los días de su casa para tirar golpes honradamente por su pan, pasen por esta dura situación.

Mientras en la división de la gota parpadean, el monarca de los cráteres también baja en el ‘ranking’ local, poco es lo que se conoce de su gestión y los reclamos por las vías destartaladas están al orden del día; los fanáticos piden un cambio de fichas.

Por otro lado, el peso completo del patio no las tiene todas consigo y el rechazo a su gestión es tremendo. No lleva ni un año portando el cinturón y hasta se habla de revocatoria, sus estrategias son impopulares, tiene a los maestros del ‘ring’ y a la clase obrera con la guardia arriba metiendo presión en las calles.

Los golpes le entran clarito a Pablo pueblo por la crisis del chenchén.