Infidencias y confidencias del 26 de diciembre de 2024

Memorias. El catedrático René adelantó que Lalo, el más longevo de la Plaza de la Democracia, y que termina los tres periodos en pocos días, le está dando los toques finales a su libro sobre los siete lustros en los altos mandos electoreros. Cuidao y lo llevan a Netflix.

Ghetto man. Me chatea un jode paciencia que el Ghetto Man es puro bla, bla, bla en la comisión. Y se vende como la figura correcta del piardí. Hace poco lo asolearon con los nombramientos en el Cajetón que luego dijeron que era falso. Esa leyenda no es nueva.

Locura total. La calle no está pa’ humanos, por ahí un palanca de un taxi con placa terminada en 299 trató de agredir a otro conductor en plena calle. Ojo, Rápido, pon orden antes de que ocurra una tragedia.

Calles violentas. En la provincia del Cristo Negro van más de 100 homicidios. La percepción en los barrios es que las tropas del comandante Ábrego no están haciendo el trabajo que tienen que hacer. ¿Y el toque de queda?

Cuchillos largos. En enero viene la depuración de los nombrados por el rector de la UTP que falleció hace unos meses. En la mira está el ingeniero agrónomo de la tierra del ganao bravo, que, según los cuentos de pasillo, atendía fincas privadas y otros no académicos.

Pebre navideño. Cuentan que en Tocumen, desde las 3 de la tarde, los pasados 24 de diciembre se respiraba el olor a jamón asado hasta en los parques, y este año, ñagare. Ni a pollo olía. Y el tradicional y gigante arbolito que ponían en la Junta Comunal tampoco lo pusieron.

Poncheras. Se activó la cacería por la sede judicial de La Espiga. Con alta tecnología, andan buscando al garganta profunda que suelta el Sodoma y Gomorra que se vive a cualquier hora en dicho ente justiciero. Fallarán porque no está ahí.

Pa’ la cola. Me escribe un abuelo que tiene tres años esperando una cirugía de próstata. La lista de las cirugías de reducción de mora la dictaron los chiquillos de la Cueva solo para los pacientes de dos policlínicas. Desde cuándo ellos saben de eso.

Más platica. El comandante Petro se puso la mano en el corazón y aumentó el salario mínimo para el 2025 en 323 dólares, un aumentico mijo de 9,5% en comparación con el vigente. En Panamá, el que dejó el GobierNito para este y el otro año es de 636 kanguros.

Bastión familiar. En el Meduca de Panama West se atropellan los primos y hermanos de una alta funcionaria. En broma y en serio, dice un necio que ahí no se conoce lo que significa el nepotismo. Ojo.

Guatepeor. En Vista Alegre y Vacamonte mientras recibían el agua de la potabilizadora de Mendoza nunca les faltó, ahora que llegó el gran Rutilio al Instituto de la Gotera la cosa cambió y no para mejor. Hablan y hablan y cuando llegan al potro, nananina.