Infidencias confidencias del 6 de diciembre de 2024

Hacha en mano. Empezaron los tiempos de las rebeldías con causa en el partido del Fufo en contra de los protagonistas de las debacles electorales al hilo que ya se venden como los nuevos salvadores: El Jinete Blandito, el Germano, Willy Valla y todo lo que huela a echacuentos y a farmacias.

Cuarteles en juego. Con el mensaje del Plomero Alianza, que no es de la bancada mixta y que sigue con Molino de Viento, salva a su gente y sus parientes del Ministerio Laboral y de la Loto, dos cuarteles que tiene bajo control. Más sabe el diablo por viejo que por diablo.

A capa y espada. Así defiende el doctor Sáez Llorens la propuesta de reforma del Cajetón, mientras el hermano, Billy Computer, que conoce mejor que nadie ese monstruo por dentro, no ha dicho ni pío de todo el jaleo que se ha formado con esa papa caliente. Ave María, pues.

Por montón. Dice un chof que el área de transporte en la Cueva de 5 de Mayo está a punto de una epidemia por desborde de agua negras y otros contaminantes. Ah, y que también hay súper población de conductores: hay 5 choferes para cada auto. Jooo.

Dedo selectivo. Me chatea un obrero que por las juntas de conciliación se requiere limpieza profunda a todos los niveles para acabar con las notificaciones selectivas que vienen operando desde los tiempos de una africana.

Pregunta necia. ¿Cómo funciona una oficina de Comunicación sin un periodista? A la única redactora en ese despacho migratorio la enviaron bien lejos y la mandamás, de milagro sabe escribir lo básico. En la oficina quedan dos publicistas y un entogao. Plof.

Baños saunas. En el Oncológico hay pacientes que llegan a las 4:00 a.m. y salen de las citas a las 2:00 p.m. La ola de pacientes crece día a día y en algunas áreas se dañaron los aires, las ventanas no abren y la gente se sancocha. ¿Pa’ cuándo el traslado?

Nada de viejos. Sigue en llamas la alcaldía de Arraiján, ahora con los despidos. La niña se llevó por los cachos a un funcionario de 25 años de servicio con enfermedad degenerativa. Y otros más con certificaciones de enfermedades. “Estoy renovando, necesito jóvenes”, fue la respuesta de la viajera.

Estocada al tigre. Corrió como pólvora que al trovador Moyo Cisneros, el temido “tigre que come gente” de las cantaderas, lo sacaron de 120 a los 65 a pesar de su ceguera parcial y su larga batalla contra una enfermedad crónica.

Noctámbulos. En la tercera etapa de Santa Librada, el Mello cuando era alcalde quitó las tinaqueras y dejó a los jubilados muleando hasta El Valle o esperando hasta la madrugada que pasara el camión; ahora ni el camión pita para avisar y correr y los abuelos no saben qué hacer con la basura.

Sigue la fiesta. En la sede del Agro de Soná sigue la fiesta de funcionarios que marcan y se van para su casa, igual que en la tierra del oro verde. Entre ellos hay un exrepre del partido del 11 que dice que tiene la bendición de un ministro verde. Pa’l diablo.