- jueves 20 de diciembre de 2012 - 12:00 AM
Me asegura un tongo jubilado que la guerra de baja intensidad entre el Molinete y Kojac 2 se mantiene intacta. ¡Puro rencor!
Me cuentan que pronto saldrán bellezas de Tongolandia por compras infladas de armas, carros, chalecos y hasta comida para los perros antidroga... Y todo comprado desde la PANadería.
Se supo que una madrastra del 8-2 estuvo a punto de robarle el mandado al repre de Capira, porque casi le secuestra una partida de 160,000 rúcanos para la construcción del piso del anfiteatro.
Me aseguran que los 30 mil jamones del Búfalo Chello fueron adquiridos a una empresa cercana al reclutador de pavipollos. ¡Ay. madre!
Me dijeron que la pinta buena es la posible halada de greñas entre la chica exprocurosa y la angelita maytin. ¡Da que te vienen dando!
La otra cocoa que me contaron es que en el Populoso los que han desistido de ir por la Alcaldía son el exmandamás de los Campos y su progenitor, porque, al parecer, están cuadrados con el Mello.
Me cuentan que hay un segundo al mando que está usurpando funciones y podría hasta causar una lesión patrimonial, porque su periodo se le venció. Firmó destituciones que costaron cerca de 30,000 balboas con el reintegro a una secretaria de la Boca.
Un sapito de un distrito después del puente me dijo que los que no subirán la loma en la próxima campaña son los consortes madrastra y padrastro, ya que en la reciente elección gallera casi se quedan sin convencionales.
La cocoa que me soplaron es que todos los indicios apuntan a que en el revulú de una financiera hay metidos peces gordos que llegan al nivel de tiburones. ¡Ataja!
Se supo que al que le voltearon la paila ayer en el Cajetón fue al dirigente sindical Gerardo González y la semana pasada a otra que participaba en el diálogo, por lo que los gremios están preparando una arremetida contra Billy Computer. Alborotaron el avispero.
Me aseguran que la guerra entre el hombre de la Trinchera y el expadrastro de la Patria constructor de calles, en la tierra de Rufina, está que arde y las acusaciones van y vienen. ¡Ay, madre, pobre de villasoletanos!