- miércoles 23 de octubre de 2024 - 12:00 AM
Pensilvania, el Estado ubicado en el noreste del país, rodeado por Pittsburgh, Nueva York y Filadelfia, fue el escenario para la arremetida del fin de semana pasado del candidato republicano Donald Trump, contra la actual vicepresidenta, Kamala Harris. Ante miles de delirantes fanáticos, porque desde mi punto de vista, no son ni militantes ni seguidores, sino fanáticos, al mejor estilo deportivo o de congregación religiosa, Trump antes de dirigir sus dardos en contra de la candidata Demócrata, se la pasó alabando al golfista Arnoldo Palmer, ya fallecido y que es toda una imagen popular en ese Estado. Su egocentrismo lo llevó incluso a destacar los dotes masculinos del deportista. “Este tipo era todo un hombre... cuando se duchaba junto a otros profesionales, estos salían de allí exclamando. “Oh, Dios mío, ¡es increíble!”.
Después de esta elucubración y que él solo sabe los motivos de su uso en un discurso político de campaña, echó mano a las ofensas y degradantes insultos en contra de la señora Harris. En un aparente consejo a los votantes para que enfrenten a la vicepresidenta, Trump, les dijo que hay que decirle “Ya tuviste suficiente, que no la pueden soportarla más, y que eres una vicepresidenta de M.... Eres lo peor... estás despedida, vete de aquí”. Conociendo la personalidad de Trump, a nadie le debe extrañar este comportamiento, pero lo que sí es alarmante y verdaderamente bochornoso y escandaloso es el desliz de no reparar que está tratando con toda una dama, una mujer, de origen negro, y que su trayectoria es de aceptación mayoritaria de la población, por su carisma, su formación, sus valores y su trayectoria social. Perdió de vista que una gran población votante son mujeres y que tanto a nivel del voto popular como en los colegios electorales, ese porcentaje de votos es significativo.
No tengo la menor duda, que estando las preferencias electorales tan cerradas, estos errores políticos, impactarán en las encuestas y en los resultados de la votación. El martes 5 de noviembre de 2024, Michigan, Wisconsin, Pennsylvania, Carolina del Norte, Georgia, Arizona y Nevada, decidirán quién será el próximo presidente norteamericano, y no tengo dudas, que tendremos una dama dirigiendo la Casa Blanca.