VAMOS tiene que hacer cambios estructurales, por Panamá

!Es posible. VAMOS bien¡ Pero sería imperdonable repetir la historia de 2019, año en que se reeligieron 13 diputados igual que en este periodo.

Se pensó, en el 2019, que sería un cambio positivo, para mejorar. Eran 58 diputados presumiblemente primerizos, con nuevos bríos y un nivel de responsabilidad, honestidad y de beneficio social, sin embargo, no favoreció en nada la democracia, honestidad, decencia ni transparencia.

Los excesos al erario público se hicieron sentir. Fue peor que en todos los gobiernos anteriores y eso es imperdonable.

Preocupante también que a partir de estos momentos, estos Diputados rechazados por la comunidad continúen sesionando y aprobando leyes, posiblemente perversas, como la Ley 406 (declarada, violatoria de por lo menos 25 artículos de la Constitución Nacional). Cuidado que pudieran crearse leyes para protegerse, en beneficio propio o sus compadrazgos.

Es necesario dejar claro que existe una gran preocupación por cualquier documento que los diputados actuales analicen, decidan y aprueben porque pueden venir situaciones preñadas de maldad o corrupción. Viene a la memoria el dicho del líder de los panameñistas cuando expresaba que: “Tongo bota’o no pone boletas”.

Esperamos que en la nueva asamblea, que iniciará el primero de julio, los diputados no se vistan de blanco, hasta demostrar que se lo merecen. Además que inicien modificando el Reglamento Interno, como muestra de honestidad, seguridad en su trabajo y beneficio a la comunidad.

Que eliminen cualquier reflejo de vagabundería o interpretaciones tendenciosas que les lleven a cobrar sin asistir a la sesiones y mantener beneficios de exoneración de vehículos, telefonía, combustible y demás, que generalmente mantienen, así como salarios adicionales por posiciones ejercidas en la Junta Directiva.

El diputado debe cobrar solamente su salario, en este caso los 3,500 balboas los otros 3,500 que implican viáticos y otros gastos deben ser eliminados.

Cada diputado debe movilizarse por su propia cuenta, como cualquier funcionario del Estado, sin que el gobierno les prevea automóvil, combustible o telefonía, ninguna otra canonjía. Solo así VAMOS cambiando la mentalidad oportunista de muchos políticos. Dios te salve, Panamá.