Vamos a elecciones pretendiendo rescatar a Panamá del caos producto de 55 años de desgobiernos.
Unidad, unidad es la divisa, así decía Simón Bolívar cuando, la Colombia fundada en Angostura en 1819, para 1830 las pasiones y egos hacían mella en la unidad. En 1831 mas pudo las ambiciones que la razón y la Colombia Bolivariana se desintegró. Hoy, dos siglos después, las naciones que la integraron, Venezuela, Ecuador, Nueva Granada y Panamá no han podido ser Estados desarrollados de primer mundo.
Sin unidad la patria languidece. Los que se unen y se toleran son los corruptos porque a ellos el botín del Estado los une. Hasta el gobierno de Martinelli había unidad entre los politiqueros pero ese gobierno rompió la tradición y atropelló a los que habían sido sus aliados dividiendo el escenario político en dos y hasta más facciones.
Hoy para rescatar Panamá, se necesita la unidad de los más íntegros. Muchos dicen serlo pero no logran una unidad como la que pedía Bolívar.
Hay algo como 900 cargo a elegirse pero hay más de 9 mil candidatos, dividiendo la oferta de los potables y permitiendo que los politiqueros de siempre logren el éxito de salir elegidos. Y será más de lo mismo.
Difícil que a este tiempo se unan los potables y haya renunciamientos. Así las cosas solo se podría mantener la esperanza si grupos de votantes se organicen y hagan una selección de los mejores para no desperdiciar votos en candidatos que tengan menos oportunidad de ganar y esos votos lleguen a los que sí le pueden ganar a los pillos de siempre.
Quedando una semana, será difícil pero no imposible.
Esos líderes naturales, que no estén postulados, debieran hacer un esfuerzo en redes sociales y orientar por quiénes votar para tener presidente, 36 o más diputados, 45 alcaldes y 400 representantes.
Si no se logra este resultado, parece que tendremos que esperar al 2029, o antes, si la crisis se profundiza, con caos y se obliga a conformar gobierno de transición de unidad nacional.
Unidad es la divisa. Se entenderá?
Hoy para rescatar Panamá, se necesita la unidad de los más íntegros. Muchos dicen serlo pero no logran una unidad como la que pedía Bolívar.
