- jueves 07 de abril de 2016 - 12:00 AM
Tsunami global
De estas sociedades offshore, poco de habla de aquel país-Estado que presta el nombre al escándalo. El tsunami alborota las políticas locales de naciones de Oriente y Occidente, aunque no se oye sobre nadie de Estados Unidos, poseedor de su Nevada, Delaware y sus otros propios paraísos custodios de dineros de fuente extraña.
En la tierra de Mossak Fonseca solo caen las hojas de los árboles, presagiando una inexistente estación de primavera, sin embargo no puede decirse igual de Ucrania, Argentina, la China de Mao, Reino Unido y territorios levantados sobre decaídos pozos de petróleo como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
El primer ministro de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson, no quiere más problemas, y prefiere dimitir. Le tocó recomponer los pedazos del estallido financiero de hace ocho años, y ya no quiere explicar cómo se cuecen las habas de los papeles de Mossak Fonseca, mal llamados Panama Papers. ¿Por qué Panamá? Con ese criterio, debieron denominar los papeles del Pentágono o Watergate por USA o los Wikileaks, ¿con la denominación de qué país?
Veremos cómo está la institucionalidad de cada país para investigar. No es mal ejercicio democrático, y sondear cómo actuarán los distintos grupos de poder en las naciones con personas implicadas. Solo en Colombia 800.
Uno no se puede imaginar una compañía que maneje en cuatro décadas un cuarto de millón de clientes. Ese negocio sí es bueno, y ya hemos identificado, al fin, al protagonista del célebre texto de Og Mandino: El mayor vendedor del mundo. Es para obtener una postulación para el récord Guinness.
No puede faltar el presidente chino Xi Jinping, y el ex primer ministro Li Peng, involucrados por supuestas operaciones fraudulentas de familiares, ni la Rusia de Putin, a través de un amigo celista de él.
El amasijo de papeles empezó en este país, no obstante ese bautizo infame, el incendio relacionado está en otros pagos.
Periodista y filólogo