Trump y la corrupción como método de gobernanza

La corrupción avanza con cada gobierno. La situación del panameño de a pie se hace cada vez más crítica, mientras unas cuantas familias se enriquecen a cada instante.

Los mayores problemas que confronta nuestro País es producto del dejar hacer, dejar pasar de la población. Continuar eligiendo el que presume ser menos malo, pero el pueblo se equivoca, porque una cosa es el discurso del candidato y otra el comportamiento del presidente.

Las amenazas de Trump, quizás más que bravuconadas pudiera verse reflejado con el martirio con que nuestros gobernantes vienen manejando los bienes y obras de un país tan rico como Panamá, donde gran parte de su población vive en miseria, mientras otros se enriquecen o aumentan su fortuna con los fondos del Estado.

Mientras un educador escasamente llega a mil dólares mensuales, el administrador del Canal recibe más de 27 mil al mes. Inconcebible. Los chiquillos de las décadas de 1950/60 y 70, que, a sangre y fuego, con muertos y heridos logramos con el apoyo de Omar Torrijos, la benevolencia y humanidad de Jimmy Carter, la recuperación del Canal y la mal llamada Zona del Canal, hoy pretenden rebajarnos la pensión, con la imposición del presidente Mulino de un nefasto proyecto de ley a la Caja de Seguro Social.

No es hora de dividirnos presidente Mulino. No a ese nefasto proyecto 163, ni la apertura de la mina. Las luchas en las calles, incluso de viejos con muletas o andaderas y sillas de rueda estarán presentes y pudiera ser la excusa del presidente electo de Estados Unidos, Trump, para intervenir y con otra asesina invasión apropiarse del Canal.

Somos un país pacifico por excelencia que está siendo perturbado por los malos manejos de los fondos públicos y la corrupción, donde no se castiga al corrupto, por el contrario, quien sabe cómo se les protege, elige y reelige.

Veamos ahora, cuantos de los beneficiados con los recursos del Canal pondrán el pecho o se esconderán cual cobardes bandoleros. Dios te salve, Panamá.