En los últimos días, la noticia que ha estado en la palestra, son las supuestas situaciones anómalas encontradas en varias juntas comunales y alcaldías del país, donde no han encontrado registros contables, planillas abultadas, vehículos dañados, ordenadores con información borrada y ni hablar de las estructuras que albergan estas oficinas.
Pareciera que los que perdieron las elecciones para estos cargos, estuvieran cortados con la misma tijera, porque el denominador común es el mismo. Sería que ellos apostaban a mantenerse por otros cinco años más en el poder y no se prepararon para si ocurriese lo contrario, tal cual aconteció.
Ojalá, estos nuevos funcionarios pasen de lo mediático y pongan las denuncias respectivas ante el Ministerio Público, sobre cualquier anomalía e irregularidad encontrada, que de comprobarse alguna lesión patrimonial no quede impune y paguen hasta con cárcel por sus hechos deshonestos, sin incurrir en persecución política, sino en apego a la ley, como lo ha expresado el presidente José Raúl Mulino.
Por otro lado, las nuevas autoridades electas deben de iniciar su trabajo en las diferentes dependencias y así evitar dar excusas, porque se debieron de imaginar los desgreños y minas activadas que iban a encontrar en sus puestos de trabajo.
Hago un llamado a la Asamblea, para que los diputados propongan leyes y se corrija de una vez cualquier laguna legal existente sobre esta materia, para garantizar que los electos en los próximos cinco años, sea obligatorio la entrega ordenada de los despachos.