Le tiró con todo y ahora está en su esquina

Como lo hemos venido diciendo el boxeo del patio es cambiante. Esto quedó demostrado el jueves, cuando dos púgiles que no se podían ver ni en pintura comenzaron a trazar estrategias juntos para lograr que el disco rayado vuelva a la cima.

Hablamos del Molino de viento y el púgil yeyé, quien aspira a la corona pesada de nuestra tierrita. Tenían un pique y con la cercanía de la megavelada titular esto ha quedado en el pasado, eso dicen.

El Molino luego de la derrota sufrida a manos del yeyé, comentó que no estaría en su esquina y le dio hasta con el banquillo, pero se tuvo que comer sus palabras.

Por eso es que la afición del box local no cree en los pugilistas políticos, porque cambian repentinamente su estilo de combate, pero solo para su conveniencia.

Pablo Pueblo debe estar ojo al Cristo, habrán muchos trompadachines que han metido golpes bajo el cinturón y que sueñan con mantenerse en la cima, en sus puños está la decisión de mandarlos a la lona o dejarlos seguir haciendo de las suyas en nuestro tinglado. Hay que saber escoger a los que de verdad quieran combatir para Pablo pueblo