• domingo 21 de agosto de 2011 - 12:00 AM

Therapeia

Cuando el vacío nos carcome, todo aquello que una vez significó algo, nos frustramos al comprobar que ya no significa nada. Ni siquiera ...

Cuando el vacío nos carcome, todo aquello que una vez significó algo, nos frustramos al comprobar que ya no significa nada. Ni siquiera ser partícipes de nuestros sueños o momento ideal lo puede remediar. Con ello quiero decir que dependiendo de cómo nos estemos sintiendo emocionalmente, disfrutaremos o no de las circunstancias externas, incluso aunque la circunstancia externa sea algo muy ansiado por nosotros. Por ejemplo, podemos asistir a la fiesta del año, lucir espectacular, pero si nos sentimos tristes porque hubiésemos querido compartir ese momento con alguien especial, familiares, amigos o pareja sentimental, evidentemente no la pasaremos bien. A fin de cuentas, vivir la vida no son grandes acciones ni palabras bravas, sino simplemente, emociones.

El amor y cariño que recibimos de los demás es lo que nos motiva y cuando nos falta, el mundo pierde su profundidad. De hecho, según los estudios que determinan los factores involucrados en la felicidad humana, el afecto dado y recibido gana -en tasa constante- a la economía, fama y hasta salud física. Por eso, siguiendo con el ejemplo anterior, es que por más que estemos en un lugar maravilloso, si la gente a nuestro alrededor no lo es ni son personas que nos importan -porque pueden ser malas personas o simplemente personas anónimas- no nos sentiremos felices. Como dicen, todo depende del ojo con que se mire.

En inglés, las palabras loneliness y solitude significan dos cosas diferentes, mientras que en español, ambas se traducen con el significado de soledad. Según Psychology Today, ‘loneliness’ es lo que nos atormenta cuando las conexiones [interpersonales] fallan y nos sentimos abandonados, solitarios. Mientras que ‘solitude’ es aquella emoción retrospectiva que nos pica de vez en cuando exigiéndonos un momento en compañía de uno mismo en el que podamos conversar con el subconsciente para aclarar la mente, sentir paz y estar contentos.

En resumidas cuentas, no solo debemos ansiar lograr nuestras metas profesionales/académicas, sino debemos siempre mantener nuestras relaciones interpersonales. Ellas nos motivarán a continuar luchando por nuestros sueños. Podemos concentrarnos completamente en nuestro fin y dejar las relaciones oxidarse, pero queramos o no, admitámoslo o no, cuando lleguemos al lugar que queríamos no nos sentiremos tan bien como hubiésemos esperado. Podemos construir el edificio más hermoso e innovador, pero seguiremos sintiendo el vacío de la soledad. No hagas de buscar una pareja una misión desesperada; ten calma, que llegará, solo que cuando llegue, debes darle su lugar al igual que a la familia y a las amistades.

LA AUTORA ES RECIÉN EGRESADA DE LA ESCUELA CROSSROADS CHRISTIAN ACADEMY

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