• viernes 28 de marzo de 2014 - 12:00 AM

Telarañas sociales

Las redes sociales y la política parecen compenetrarse muy bien en Panamá, al punto que los medios de comunicación tradicionales han dej...

Las redes sociales y la política parecen compenetrarse muy bien en Panamá, al punto que los medios de comunicación tradicionales han dejado de utilizarlas como una fuente para obtener información, al punto de constituirlas en una herramienta de medición electoral. A menudo se escucha y se ve a personas, muchas de ellas, con conocimiento en la materia, brindando resultados obtenidos a través de éstas con mucha seriedad, como si se tratará de un instrumento confiable.

Paralelamente, la clase politiquera criolla ha adoptado ya, como parte del paisaje político los denominados ’call center’, los cuales en el contexto de su definición deberían parecer más un departamento de la campaña destinado a comunicarse vía telefónica con el electorado, que la oficina de propio Nicolás Maquiavelo. Ahora resulta que estos operadores telefónicos son los encargados de repicar mentiras con el único fin de confundir a la población despistada, acerca de la fuerza o debilidad de un candidato específico.

Nada peor en una campaña que engañarse a sí mismo, para tratar de engañar a otros. Hoy, en Panamá los conductores de los medios de comunicación interpretan las tendencias de la opinión pública, posterior a un debate político, en base a los denominados Twitter.

La seriedad de un torneo electoral no puede ni debe medirse en función a percepciones carentes de lógica, como si se tratara de un reality o de un carnaval, donde la Calle Arriba o la Calle Abajo se disputan un trono. Simplemente, es inaceptable que los llamados a informar a la gente, intenten deformar el concepto para el cual fueron creados.

Las frecuencias de radio y televisión son concesiones del Estado con el fin de cumplir un rol social, por lo que jamás debe entenderse su labor en función a los intereses personales y políticos de una clase en particular.

Mentir, desinformar, manipular, podría ser parte de la estrategia de algunos políticos inescrupulosos, no obstante, esa labor contrasta con el derecho de los panameños a ser informados. Esta sociedad es responsabilidad de todos.

* Periodista

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