• jueves 03 de agosto de 2023 - 12:00 AM

Mi tacho de café

Algunas personas lo toman una sola vez al día, otras más de una vez; lo recomendable es no excederse al punto de afectar la salud

Mi tacho de café es el utensilio de cocina en el que preparo mi bebida favorita, ésta que despierta los sentidos, especialmente del olfato y paladar, que nos motiva cada día a salir de la cama, que nos aporta dosis de energía y felicidad, antioxidantes y activa la mente.  El café es una bebida que se puede disfrutar frío o caliente, solo o en compañía, a cualquier hora del día; últimamente sea diversificado su consumo.

Algunas personas lo toman una sola vez al día, otras más de una vez; lo recomendable es no excederse al punto de afectar la salud.

No cambio mi tacho de café por ninguna cafetera tradicional o moderna, porque tiene un gran valor sentimental, es practico, versátil y lo mejor tiene impregnado el sabor a café. El mejor café es el preparado en un tacho. Es sencillo utilizarlo y fácil de lavar; además, me trae gratos recuerdos de la infancia. Esos recuerdos de los que no nos queremos desprender: de la abuela y tías junto al fogón haciendo el café pendiente de que no se regara, porque se riega con facilidad y en segundos, basta parpadear y ya esté regado yo, pendiente de dejarme envolver por ese aroma y de que me dieran a probar un sorbo.

Se requiere algo de destreza que se va adquiriendo poco a poco con la practica al usar el tacho y concentración, para evitar un reguero. Adquirir un tacho para preparar café es relativamente fácil y económico, en comercios y tiendas de los asiáticos, los hay de diferentes tamaños y material, con o sin tapa, son duraderos, por lo que, es una buena inversión a largo plazo.

Conservo mi tacho por mucho tiempo, es un compañero fiel. Si aún no has vivido la experiencia de disfrutar un delicioso y aromático café preparado en un tacho, ya es hora de tenerla. Podría ser un ritual de fin de semana, para relajarte y fortalecer relaciones sociales e incluso personales, porque nada es mejor, para una amena conversación que hacerlo tomando café.

Saquemos ese tacho de la abuela o abuelo, que guardamos en la alacena o vitrina como objeto de decoración y démosle uso, preparemos café y brindemos por ellos.