- jueves 25 de junio de 2020 - 12:00 AM
Y el taburete de qué sirvió
Emiliano Zapata siempre desconfió del poder central, de la Presidencia, por eso dijo que hubiera querido ‘... quemar la silla presidencial para acabar con las ambiciones...' esa silla en la que no quiso sentarse y le dijo a Pancho Villa, que sí se sentó, que no se sentaba en ella porque enfermaba a los hombres.
Nuestro presidente cuando tomó posesión del cargo llevó un taburete. Y dijo, lo que el mismo representaba. ‘Allí está el taburete, para que no nos olvidemos de dónde venimos'. Se lo regaló un campesino para que recordara de dónde venía. Porque no sabía lo que tenía la silla esa de la presidencia que cambiaba a los mandatarios.
Después de varios meses de gobierno hemos visto que el taburete puede que le recordara al presidente de dónde viene. Pero sin duda no ha surtido ningún efecto.
El ejercicio presidencial demanda una serie de cualidades que son esenciales para poder realizar ‘un buen gobierno', aclaro que no se necesita ser el más inteligente ni el más graduado para ser presidente. Ya la experiencia nos lo ha demostrado. Y recuerdo el chiste de un humorista de monagrillo que decía que no estaba seguro que el presidente de ese entonces había sido Suma Cum Laude. Pero de lo que sí estaba seguro era que ya todo se le había olvidado.
Para ser un buen presidente se necesitan cualidades derivadas de la inteligencia emocional y que tienen que ver directamente con el carácter, la paciencia y la tolerancia a las críticas. No es el que más grita, regaña y amenaza. Es el que más actúa y resuelve. No se puede perder el tiempo diciendo de dónde viene y jactarse de lo que es capaz, entonces ‘Dime de qué te jactas y te diré que te falta'.
Ya nos cansamos de tantas palabras. Queremos un presidente que actúe y demuestre con hechos de que es capaz de hacer el bien al país.
ABOGADO