Suspensión de contratos, un abuso...

Como si no fuera poco los 10 meses de miles de trabajadores con sus contratos suspendidos, sin dinero ni posibilidades de generar ingresos y obligados a migrar hacia la informalidad, el Gobierno anuncia la posibilidad producir una nueva prórroga de la suspensión contractual.

Para ello, más rápido que ligero, se ha convocado a reuniones exploratorias con las centrales obreras y el sector empresarial desde la semana pasada.

Si bien es cierto que se aprobó el Decreto Ejecutivo 1360 del 25 de noviembre donde se ordena la reincorporación de hasta un 100% de los trabajadores suspendidos a sus respectivos centros de trabajo, esto a mi juicio entra en contradicción con la Ley 157 del 3 de agosto de 2020, que permite las prórrogas hasta el 31 de diciembre de 2020.

Un Decreto no puede contradecir lo que dice una Ley y eso lo sabe hasta un estudiante de media.

Dentro de este contexto, es evidente los estragos laborales que ha producido la pandemia, a nivel nacional e internacional y de eso hablan los números de la O.I.T., La CELAP, la Organización Mundial del Comercio y los distintos observatorios laborales del mundo. Estas cifras aterrorizan y en lo que respecta a nuestro país, cada día que pasa en estas condiciones, la desesperación aumenta, la impotencia en resolver las más elementales necesidades se apodera de los hogares y la desesperanza frustra aún más.

Sinceramente, no entiendo como ante este escenario tétrico haya gente que recomienden prorrogar la suspensión de los contratos, como primera medida para resolver la crisis.

Es un claro abuso a la clase trabajadora, bajo el pretexto de la pandemia.

La Ley del menor esfuerzo se impone y de esa manera se está favoreciendo a un sector empresarial que no se ha portado de forma LEAL en esta crisis y quiere seguir echándole en el hombro del trabajador todo el peso del sacrificio. Insensatos. Arriba está un Dios.

ABOGADO