Algunos amigos me dicen que la “unidad patriótica” es imposible. Sostienen que sólo en dos momentos cruciales de la historia nacional, se ha podido concretar. En 1903, se llegó a esa “Unidad Patriótica”, entre liberales y conservadores, a pesar de la Guerra de los Mil Días con su charco de sangre, sus muertos y heridos; sus rencores y su sed de venganza, sus viudas y huérfanos y las esperanzas rotas en cada uno de los panameños, ante el fracaso del Canal Francés, el desempleo y la amenaza de USA de construir el Canal por Nicaragua. En 1964, la “Unidad Patriótica” se pudo concretar, ante un charco de sangre que cobró la vida de 22 panameños y más de 500 heridos armados con la Bandera Panameña en los límites de la Zona de Canal por la metralla del ejército norteamericano.
De esos dos episodios de nuestra historia nacional, ha sido imposible repetir otra “Unidad Patriótica” de la que tanto hablamos. Ni los tratados Torrijos Carter lo lograron. Nos dividimos entre el “SI” y el “NO” en el Plebiscito del 23 de octubre de 1977.
Una sociedad dividida, como en los Carnavales que celebramos todos los años en Panamá con Calle Abajo y Calle Arriba con sus alegrías y chacoterías, para terminar el miércoles de cenizas, nuevamente con nuestro círculo vicioso de pobreza, desempleo, amarguras, frustraciones y revanchismo nacional.
Los discursos del Presidente Trump, atentan contra los intereses nacionales que se vinieron jalonando desde 1821 con nuestra Independencia de España y sus 300 años de criollismo istmeño, los 82 años sometidos a Bogotá con su Ejército y el abandono del Departamento de Panamá y los 122 años de República Independiente con su prosperidad. Todo se puede perder por nuestra división politiquera y no saber diferenciar al Gobierno y a Panamá y sus intereses nacionales.
Todos, sin distingos de ninguna clase, debemos remar por esa “Unidad Patriótica” que nos garantice que el Presidente Trump, no acabará con la República Independiente ni con la prosperidad Canalera que nació antes que la Unión Americana.
No es fácil construir la “Unidad Patriótica”, pero debemos hacer un esfuerzo. Panamá necesita con URGENCIA la unidad para enfrentar los peligros que llegan del Norte.
Algunos amigos me dicen que la “unidad patriótica” es imposible. Sostienen que sólo en dos momentos cruciales de la historia nacional, se ha podido concretar. En 1903, se llegó a esa “Unidad Patriótica”, entre liberales y conservadores, a pesar de la Guerra de los Mil Días con su charco de sangre, sus muertos y heridos; sus rencores y su sed de venganza, sus viudas y huérfanos y las esperanzas rotas en cada uno de los panameños, ante el fracaso del Canal Francés, el desempleo y la amenaza de USA de construir el Canal por Nicaragua. En 1964, la “Unidad Patriótica” se pudo concretar, ante un charco de sangre que cobró la vida de 22 panameños y más de 500 heridos armados con la Bandera Panameña en los límites de la Zona de Canal por la metralla del ejército norteamericano.
De esos dos episodios de nuestra historia nacional, ha sido imposible repetir otra “Unidad Patriótica” de la que tanto hablamos. Ni los tratados Torrijos Carter lo lograron. Nos dividimos entre el “SI” y el “NO” en el Plebiscito del 23 de octubre de 1977.
Una sociedad dividida, como en los Carnavales que celebramos todos los años en Panamá con Calle Abajo y Calle Arriba con sus alegrías y chacoterías, para terminar el miércoles de cenizas, nuevamente con nuestro círculo vicioso de pobreza, desempleo, amarguras, frustraciones y revanchismo nacional.
Los discursos del Presidente Trump, atentan contra los intereses nacionales que se vinieron jalonando desde 1821 con nuestra Independencia de España y sus 300 años de criollismo istmeño, los 82 años sometidos a Bogotá con su Ejército y el abandono del Departamento de Panamá y los 122 años de República Independiente con su prosperidad. Todo se puede perder por nuestra división politiquera y no saber diferenciar al Gobierno y a Panamá y sus intereses nacionales.
Todos, sin distingos de ninguna clase, debemos remar por esa “Unidad Patriótica” que nos garantice que el Presidente Trump, no acabará con la República Independiente ni con la prosperidad Canalera que nació antes que la Unión Americana.
No es fácil construir la “Unidad Patriótica”, pero debemos hacer un esfuerzo. Panamá necesita con URGENCIA la unidad para enfrentar los peligros que llegan del Norte.
Una sociedad dividida, como en los Carnavales que celebramos todos los años en Panamá con Calle Abajo y Calle Arriba con sus alegrías y chacoterías, para terminar el miércoles de cenizas, nuevamente con nuestro círculo vicioso de pobreza, desempleo, amarguras, frustraciones y revanchismo nacional.
