Señal universal

Un auto viene haciendo cambio de luces. La luz larga y la corta se alternan flasheando múltiples veces.

De frente unos responden igual y otros hacen un ademán de agradecimiento.

A cientos de metro está el escorpión, que antes era anunciado. Un policía motorizado. Luce en una mano el radar de velocidad y en el otro muy cerca de su oreja el celular que le acompaña siempre.

Antes se hacían en una entrada o boca calle. Ahora han evolucionado y se hacen de forma vertical.

Muchos poblados y sitios aún mantienen velocidades inapropiadas. Letreros de 60 KM por hora en carretera abierta y solitaria como algunos que he visto de Penonomé a Natá. En esta área se imponen boletas todo los días.

Otros que se denominan reasuma velocidad y más adelante están esperándote. Como por ejemplo cuando paras en Divisa y sigues hacia Los Canelos.

El país debe corregir estos errores y dictar una nueva norma para actualizar y evitar abusos. Los países desarrollados se mueven rápido pero seguros. La policía que busca infractores también debe ser consciente de que el mundo avanza.

El Waze, es una herramienta que la tecnología ofrece no sólo para guíar al usuario a buscar dirección y medir distancia; sino que también ubica a los policías que cuidan la vía y esta aplicación te salva de las boletas.

Otros nos aprendemos la ruta. Por ejemplo de Divisa a Chitré se ubican antes o después de Santa María. En la curva después del Río Escotá. En la loma de Correa. Antes de llegar a Parita y después de pasar.

Así cada uno de los conductores ya saben donde estar prevenidos.

Finalmente hago un llamado a la Autoridad de Tránsito a que revise y agregué señales visibles y acordé con el siglo XXI. La educación vial es una alternativa que se descontinuó hace años.

Aquí se aprende con el lema: "El golpe avisa".

Es hora de indicar que vamos caminando hacia el desarrollo mundial.

MAESTRO