• miércoles 16 de septiembre de 2015 - 12:00 AM

Sáenz-Llorens y la Caja de Seguro Social

Hasta que al fin los asegurados y el pueblo en general vieron subir al edificio AVESA a Sáenz-Llorens y Marlon de Sousa.

Hasta que al fin los asegurados y el pueblo en general vieron subir al edificio AVESA a Sáenz-Llorens y Marlon de Sousa.

Ya era tiempo de que, al menos por uno de los tantos casos que se les achacan, los viéramos pasar por las manos de algún fiscal.

Y no se trata de alegrarse por la desgracia ajenas, pero habían tardado mucho sin que siquiera fuesen tocados; les impusieron país por cárcel por si las moscas.

Tal es el caso de otros dos excompinches de Martinelli, como lo son Papadimitriu y Pepe Suárez, quienes a pesar de ser mencionados en varios barullos por los cuales otros están bajo la sombra, estos pasean felices y campantes por el orbe igual que su mentor.

Tengo la esperanza de que en algún momento serán llamados aquellos que, siguiendo a Martinelli, se dedicaron a meter la mano en la lata porque, con todo lo que se llevaron, pudiésemos dar de comer a los sectores más pobres y necesitados del país, así como construir viviendas dignas para quienes las necesiten, hasta de manera gratuita.

Los fiscales no pueden bajar la guardia porque aún hay mucho donde hurgar para recuperar el dinero del pueblo, que fue a parar a bancos de Suiza, Uruguay, Andorra, y a cuentas personales.

Los asegurados queremos recuperar el dinero despilfarrado de las arcas de la institución en programas de cómputo que no sirven para nada y que tienen a los trabajadores con fichas retrasadas, a las empresas haciendo peripecias cada fin de mes con el famoso Zipe, que no es más que un retraso a la hora de hacer planillas.

Esos contratos de alquiler por los cuales los procesan, no es nada con respecto al grave daño que causaron a la entidad; ciudad hospitalaria, desechos, compra de plasmas, falta de medicamentos, en fin... la lista es larga y seguirá.

Ex secretario general CGTP*

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Tengo la esperanza de que serán llamados quienes, siguiendo a Martinelli metieron la mano en la lata...