Rompiendo piernas

Algunos en poder, acostumbrados al trato déspota o de maleantes, que le mandan romper piernas a los contrarios políticos o adversarios, nos revelan el vínculo de la narcomafia o penetración de las pandillas en los partidos políticos. Y así actúan en poder desde puestos de mando o asesorías, cuando por ejemplo directores médicos no les importa ni reglamentos, decretos y leyes por ejemplo de los turnos de los trabajadores del sector salud. Hay persecuciones, limitaciones, represiones contra agremiados y hasta amenazas de violar ley de certificación y recertificación profesional, amenazas de violaciones al derecho a la docencia, como en Panamá Oeste, ponen en evidencia acciones que no deben quedar sin castigo.

He visto policlínicas y hospitales sin papel camilla para mantener medidas de orden y limpieza al atender a los pacientes, he visto salas de atención ginecológica donde no hay espéculos para hacer papanicolaus o donde no hay guantes ni gel lubricante para examinar a las pobres mujeres. Pero las bravuconadas en medios de las autoridades de salud no son para conseguir estos insumos. Son para atacar y sacar de las reuniones a los representantes de gremios que no estén vendidos al Gobierno o de rodillas a sus pretensiones de unificación MINSA CSS, para negar la apertura de mesas de temas que afectan a gremios técnicos y profesionales, así como asistentes y auxiliares en salud.

Es triste como vimos a los supuestos líderes de gremios negarse al orden del día se abriera dichas mesas y se incorporase ya los representantes de cada profesión y sus aspiraciones. Ya las mesas están aprobadas, pero no estaban convocadas ni con agenda, pero los muy tontos útiles terminaron reunión pasada sin abrir su mesa ni agenda, dilatando las respuestas a sus propias bases. ¡Por eso no querían transmisión en vivo!

Que pena para su superiores debe ser ver a su funcionario del Gobierno alzado gritando improperios e intentando agredirme físicamente, por denunciar que impidió asistir a un colega que venía a una mesa técnica con la pasividad del supuesto mediador. Que Dios nos guíe contra esos sátrapas.

MÉDICO