Deseo compartirles una experiencia traumática que viví ayer a las 7:00 a.m., porque quiero que la misma pueda ayudar a los demás.
Sucedió en calle 80 de Viña del Mar. Mientras caminaba haciendo ejercicio, de repente vino desde atrás un auto pequeño, vidrios totalmente ahumados con 4 sujetos, frenó y se bajó uno dejando la puerta abierta. Se abalanzó sobre mí, tratando de tomar mi celular que tenía en la mano. Me resistí como pude, pero finalmente me estrelló contra una malla de ciclón. Me inmovilizó el brazo y me arrancó el celular, no sin antes fracturarme un dedo.
Hoy estoy algo golpeada y adolorida, moral y físicamente, ya no podemos transitar libremente, no sé si estaban armados, pero sí sé que cualquier cosa pudo haber pasado.
En cualquier caso, les recomiendo que al estar en la calle no tengan el celular a la vista. No les digo que no se resistan, porque a veces es un instinto natural, pero sí que traten de repasar qué es lo mejor para hacer en estas circunstancias.
Denuncia
El trámite para denunciar fue engorroso, la Policía fue de gran ayuda, con el GPS de mi celular encontramos el auto de las fotos que conseguimos de las cámaras de los vecinos, afuera de una barraca cercana al Arzobispado en Carrasquilla.Finalmente apareció el conductor que con su cara más dura dijo que lo habían raptado en la noche, 3 hombres lo obligaron a manejar, pero nunca vio que le quitaran el celular a nadie.
Pero la Policía NADA podía hacer hasta que lo ordenara un fiscal y se lo llevaron A DENUNCIAR su privación de libertad.
Los otros 3 se escaparon en otro auto que también persiguieron, pero que luego abandonaron.
Ya después, aunque seguíamos el celular, era imposible de encontrar. Hoy duerme en una calle de El Chorrillo. Luego el hospital y luego me tocará ir a medicina legal.
Policía y Fiscalía amarradas
Moraleja: la Policía y Fiscalía están AMARRADAS en estos casos donde hay que RESPETAR los derechos de los maleantes, mientras abusan y ponen en riesgo la vida de los ciudadanos.¡Hasta cuándo vamos a permitir estos hechos! Hay que revisar el Sistema Penal Acusatorio con urgencia.
Le doy gracias a Dios por haberme protegido una vez más. Soy la Dra. Ingrid Perscky y certifico que esta historia es real. 16-1-22
