• sábado 01 de octubre de 2022 - 12:00 AM

En rescate de la decencia

En ocasiones la reacción por parte de las autoridades y custodios es tan lenta que los timadores bancarios logran escapar

El robo a dos bancos estatales, Banco Nacional y Caja de Ahorros, en un periodo de tiempo relativamente corto, llama poderosamente la atención en la comunidad. Sobre todo por los mecanismos de seguridad y los controles de que se rodean hoy estas empresas financieras dotadas de extrema tecnología de punta.

Computadoras, cámaras de alta sensibilidad las 24 horas, sistemas de alertas, policías y tantas otros mecanismos de vigilancia permanente parecen no estar ejerciendo su función de custodiar los recursos de los cuentahabientes y el patrimonio bancario que en esas infraestructuras reposan.

En ocasiones la reacción por parte de las autoridades y custodios es tan lenta que los timadores bancarios logran escapar y darse a la fuga, seguidos de la acción persecutoria la policías y agentes de investigación.

¿Cuenta las empresas bancarias con docencia y formación avanzada de sus unidades de vigilancia para contrarrestar la acción de los delincuentes de alto vuelo que en su accionar tienen la capacidad de asaltar empresas recolectoras de dinero tan cerradas?

Al llegar a un banco cualquier ciudadano, el agente de puerta lo revisa con detector de metales y le ordena hasta quitarse la gorra en actitud prevención.

Aquellos días en los que el forajido barbudo, calzando botas y espuelas, jacket de cuero y sombrero tejano, galopaba en su caballo por el amplio desierto, y desmontaba soltando al aire varios tiros para amedrentar al portero, quedaron en el pasado.

Además de perseguir a estos nuevos alcapones por el entramado de calles de los barrios, busquen bien por ahí cerca. Por si acaso, uno nunca sabe.

ESCRITOR

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