Son dos los bandos que se disputan el control del Partido Panameñista, que viene de sufrir derrotas consecutivas en las elecciones generales. Han fracasado en sus intentos de formar alianzas para volver al Palacio de las Garzas y, tras esas contiendas, la membresía pide a gritos cambios en la junta directiva del colectivo, que agrupa a miles de seguidores según cifras del Tribunal Electoral.
De un lado está Piad, y del otro, Herrera, actual presidente de la Asamblea. Junto a ellos, un nutrido grupo de panameñistas busca ocupar los distintos cargos en disputa. Las figuras son ampliamente conocidas, tanto por los puestos que han desempeñado como por su cercanía con otros copartidarios que han tenido poder de mando. En palabras simples: expresidentes que aún rondan el escenario, según las versiones que circulan sobre los candidatos a dirigir el partido.
Como en todo proceso interno, ya hay caídos antes de que se abran las urnas: aquellos que aspiraban, pero declinaron por diversas razones.
Así se mantiene el panorama, mientras el reloj avanza. En el mes de las fiestas patrias se sabrá quién toma las riendas del Panameñista. Y, por lo que se ve, piensan ya en el 2029, aunque todavía falta que corra mucha agua bajo el puente.
