Después de todo lo que Estados Unidos patrocinó, urdió, planeó, tramó, confabuló, desde la sede del “Comando Sur” en Panamá; luego que nos invadieron y humillaron y asesinaron panameños, ahora resulta que somos “amigos” del Comando Sur y recibimos con “bombos y platillos” a la general Richardson (la “Jefa”), ¿para qué? ¿Para brindarnos como plataforma para una invasión a Venezuela?
¿Nos compran con helicópteros? ¿Hacia dónde va la mayoría de los migrantes que llega al Darién? Se ha dicho hasta la saciedad que no es un problema solo de Panamá, también Colombia y EEUU tienen que aportar dinero, personal, apoyos logísticos, para suavizar de alguna manera este problema. ¿Quién ha impuesto sanciones y prohibiciones a Venezuela? Por supuesto, EEUU le sigue comprando petróleo a ese país, en eso no hay diferencias “ideológicas”. ¿Quién provoca realmente la migración?
Hace unos años, la “guerra” era contra las drogas -y lo sigue siendo-, pero ¿hacia dónde van esos cargamentos de veneno? ¿Quiénes son los que compran tanta droga? Dicen que las toneladas de droga que pasan por Panamá van hacia EE.UU. y Europa, ¿y de ahí a dónde? ¿No las consumen ellos? Si no las consumieran, por acá no pasaría ni media mata de coca y la mariguana serviría de medicina para muchos. Entonces, ¿a quiénes hay que vigilar, controlar, auscultar, ponerles radares?
El Comando Sur no tiene absolutamente nada que hacer en Panamá. Suficiente daño nos ha hecho a nosotros y a toda América Latina para que sigan usando nuestro país para el complot, para la trampa, para el chantaje, para las amenazas. Es una vergüenza que lo sigan intentando y, peor, que los gobiernos de Panamá sean “alfombra” de entrada para ellos.
Pero, además, da tristeza que, por estas barbaridades, sólo proteste una que otra organización, una que otra voz en una radio o en algún periódico. ¿Qué se hace en las escuelas? ¿Qué se enseña? ¿Qué tenemos que hacer?
