- domingo 20 de julio de 2025 - 10:00 AM
Qué significa la frase “la paciencia de Job.”
En leído, en varias ocasiones, la Biblia. Uno de los pasajes más impresionantes lo encontré en el libro de Job. Fue un hombre leal, entregado al Dios Todopoderoso. Resulta que hubo una acción de satanás donde quiso demostrarle a Dios que Job no era tan fuerte en la fe. Dios aceptó y comenzó el calvario y la tentación para que se apartara de los caminos del Señor.
Fueron tantas las pruebas que de seguro cualquiera hubiese claudicado. Sufrió pérdidas humanas y materiales; fue sometido a enfermedades y tormentos, pero él mantuvo su fe en Dios. Al final de la historia Dios venció y Satanás se fue con el rabo entre las piernas. Cada vez que me encuentro afligido o alguien pasa por un tormento desesperado siempre me acuerdo de Job. También de los momentos dolorosos por los que atravesó Jesucristo en sus últimos días como hombre.
La frase, “la paciencia de Job” tiene su origen en el Antiguo Testamento de la Biblia. Job era un hombre justo, recto y temeroso de Dios, que poseía una gran riqueza y una familia numerosa. Sin embargo, en una prueba de su fe permitida por Dios a petición de Satanás, Job pierde todo: sus bienes, sus hijos y su salud, siendo afligido con llagas dolorosas.
A pesar de estas terribles calamidades y del desprecio de sus amigos y esposa, quienes le incitan a maldecir a Dios y morir, Job se mantiene firme en su integridad y en su confianza en Dios. Él se lamenta y cuestiona el porqué de su sufrimiento, pero nunca renuncia a su fe ni pierde la esperanza en la justicia divina. Al final de esta historia, Dios restaura y duplica todo lo que Job había perdido, demostrando el valor de su perseverancia.
La “paciencia de Job” significa resistencia y aguante; perseverancia en la fe; fortaleza en la adversidad y confianza en un propósito mayor. Si eres de los que sufren por alguna enfermedad, decepción o persecución te invito a que leas el libro de Job. Allí descubrirás que tal vez es insignificante lo que te sucede si lo comparas con lo que vivió este Señor. Abrazos y, frente a la adversidad, sé paciente. Dios nos bendiga.
Catedrático en UP