Puñete con el agua hasta la cintura

Los pugilistas de la esquina de Pablo Pueblo nuevamente recibieron una recta fulminante con el aguacero de ayer que dejó completamente inundados varios coliseos citadinos.

En este asalto la golpiza los agarró por sorpresa en las calles y el pleito se puso color hormiga para muchos trompadachines que quedaron atrapados en las calles anegadas.

Lo más curioso es que los lugares ya son conocidos por los campeones de turno, sin embargo las golpizas persisten en dichos coliseos dejando sin posibilidades a los pugilistas.

Hasta la saciedad se ha echado la culpa a la basura, que si la gente irresponsable, que si la marea alta, pero a la hora de subir al tinglado poco hacen los campeones por dar una solución definitiva.

A este paso los coliseos citadinos estarán condenados a estar bajo el agua como la Atlántida y los pugilistas a tener branquias como Acuamán.

El pleito pinta complicado, y mientras en las graderías piden crucificar a los campeones del pasado y presente, otros esperan respuesta toda vez que este asalto fue solo un abrebocas de lo que vendrá en octubre y noviembre.