• viernes 02 de enero de 2015 - 12:00 AM

El ‘sí se puede’ continúa

84 años después, vivimos situaciones que han mutado las formas, pero la esencia es la misma, con prácticas deleznables en el ejercicio político

En 1931, 2 de enero, Panamá experimenta un movimiento revolucionario que, lamentablemente, muere en su cuna, cuando los gringos intimidan a los levantados y obligan a ‘constitucionalizar’ el acto, instalando en la presidencia al primer designado, Ricardo J. Alfaro. Acción Comunal, articulación política que se fundó en 1923 fue la organización que realizó el acto. Impulsaban reivindicaciones nacionalistas en una sociedad dominada por una oligarquía entreguista a los Estados Unidos.

Hoy, 84 años después, vivimos situaciones que han mutado las formas, pero la esencia es la misma, con prácticas deleznables en el ejercicio político. Un ejemplo que cae como anillo al dedo es la designación de un espécimen de esa oligarquía politiquera, el magistrado continuado Eduardo Valdés, que entró al Tribunal Electoral (TE) en enero de 1990 y hoy fue premiado por un presidente de la República que usa el matraqueo para lograr sus objetivos.

Refresquemos un poco la memoria y conozcamos parte de su trayectoria. Se le conoce por haber sido escudero ideológico del heredero del PLA (Partido Laborista Agrario), franquicia que no pasó de la intención de ser partido a pesar de coquetear con el dictador Noriega. Luego se matricula en Molirena hasta la invasión y accede al TE. Comparado Valdés con Yolanda Pulice (magistrada del TE de Noriega) le mantiene imagen que ha usufructuado a pesar de cometer varias inconsistencias tales como dejar participar a Bosco Vallarino, a pesar de no tener la ciudadanía panameña, haber cobrado 10 años de vacaciones contra normas administrativas e inverosímil situación de haber trabajado sin descanso por 10 años. Pero bellaquera no vista fue cuando aprobó darle curules a PRDs en David, Santiago y Penonomé y cercenándole al PRD participación en nueva elección para abrirle oportunidad espuria a candidatos de mi partido. Estos ganaron y todo parece que Varela paga peón renombrando al del pregón que rompió el arrastrómetro en la toma de posesión de Martín Torrijos donde se desgañitó arengando con el lema de campaña de Torrijos: ‘Sí se puede’

Hoy ‘sí se puede’ seguir pelechando del cargo que no ha ejercido bien, porque si fuera exitoso la democracia no estaría degradando.

*Exprecandidato presidencial

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