Presidente, evite matar el propósito de la rueda de prensa

Al principio del gobierno del presidente Guillermo Endara Galimany sufría mucho por los deslices de este a la hora de hablar con la prensa. A cada rato se le salían expresiones que aniquilaban, sepultaban los propósitos de ese encuentro con los periodistas. Y es que Endara fue muy emotivo... hablaba con el corazón y cuando este fenómeno ocurre podemos caer en esos errores humanos producto del exceso de emociones.

Este comportamiento me llevó a convencerlo para que a través de una rueda de prensa semanal pudiera atender a los comunicadores sociales en el salón Amarillo del palacio de Las Garzas. Hace dos meses expresé, de manera pública, que el temperamento de José Raúl Mulino le iba a traer problemas. Admito que el país no está para medias tintas, sin embargo, debemos arroparnos con un poco de prudencia y ecuanimidad a la hora de hablar.

Ayer el presidente, en el introito de la rueda de prensa semanal, se refirió a la designación de los nuevos procuradores. El recuerdo de los 6 meses que estuvo en prisión le llegaron como un carrusel. De inmediato repitió, lo que ha dicho varias veces, sobre la justicia en los tiempos del expresidente Varela. Es más. llegó a utilizar una frase que no es digna de un ser humano que perdona y profesa la fe cristiana.

“El enfermo de Varela” fue una expresión que le salió de lo más profundo del alma. No estoy para defender a Varela. Y me pregunto... ¿qué habría pasado si en las elecciones de 2014 hubiese ganado José Domingo Arias? De seguro le echarían tierra al tema de Odrebrecht, New Business, el PAN, el tema de las pinchadoras, las denuncias de FCC y muchos casos más.

Y también pregunto... ¿qué sería de las vigas y otras bellezas encontradas por esta administración si el ganador de mayo pasado hubiese sido José Gabriel Carrizo? Estoy seguro de que los colaboradores cercanos lo aplaudieron y lo llamaron para felicitarlo por aquello de... “El enfermo de Varela”. Paisano, no se deje llevar por esas lisonjas, muchas de las cuales no son sinceras. Es mejor la verdad amarga que las felicitaciones hipócritas.

Le hago una sugerencia pública y respetuosa presidente Mulino, controle el temperamento y el carácter; amarre bien las emociones y evite ser su propio enemigo de lo que se busca con ese encuentro con los periodistas. Lea y analice, con serenidad, la posición del diario La Prensa.

Este medio, a raíz de sus declaraciones, publica hechos que pudieran ser verdad o mentira, pero en nada lo benefician. Todo ello permanecería enterrado, pero la franqueza y hablar con el corazón lo están traicionando.

Espero que mis palabras le ayuden a enfocar sus reacciones... le falta un largo camino y no deseo que se encuentre con las piedras de los que se oponen a su gestión y las propias que usted se tira.

Además, siento que ese ruido mediático de gritar todo lo malo que encuentran del gobierno de Cortizo y lo que pasó con Varela contrasta con la actitud que deben asumir los seres dignos.

No solo es hablar de lo malo, también es de caballeros expresar lo bueno que hubo en las administraciones que se fueron, incluyendo a Martinelli. Dios nos bendiga y más adelante hablaré de los asuntos positivos expresados ayer por el paisano.