Las cosas se dicen como son y se cuestionan de igual manera, sobre todo, si se trata de un funcionario que tiene la obligación de proteger y servir a los ciudadanos. El periodista de La Estrella de Panamá, Juan Alberto Cajar, le dio una bocanada de oxígeno al maltrecho periodismo nacional.
Ante tal acontecer, no queda espacio alguno, que no sea el de felicitar y de agradecer a Juan Alberto por el ejercicio de ayer, en favor de la conferencia de prensa de los jueves en Presidencia. Sin espacios para chistes coloquiales o anecdóticos, como los que nos tienen acostumbrados los últimos cuatro mandatarios, el periodista Cajar desenfundó una pregunta perspicaz, pero respetuosa, que incomodó visiblemente al presidente José Raúl Mulino.
Y es que la pregunta traía consigo un contexto que buscaba esclarecer informes sobre los posibles abusos por parte de la Policía Nacional y demás estamentos de seguridad que participaron del ‘Operativo Omega’ en Bocas del Toro, en medio de la suspensión de las Garantías Constitucionales decretada por el órgano Ejecutivo debido a las protestas en contra de la Ley 462 que reformó la Ley Orgánica de la CSS.
El presidente Mulino, por su parte, visiblemente incomodo, respondió con firmeza que ‘confiaba en el Ministerio Público’, en razón de cualquier situación que haya ocurrido; no obstante, fue enfático a la hora de negar que no hubo fallecidos producto del ‘Operativo Omega’ en Bocas del Toro, como algunos sectores involucrados señalan.
En un ejercicio positivo, frente a la ausencia mostrada durante la administración Cortizo-Carrizo (2019-2024), Mulino ha sabido dar la cara, por lo menos una vez por semana, en medio de la habitual e insulsa conferencia de prensa de los jueves. Para nadie es un secreto que dicha conferencia se había convertido en un cuasi monologo que, entre preguntas sembradas, mal formuladas y otras tantas en tono gracioso, convirtieron la conferencia de prensa en un acto protocolar. No se trata de faltar el respeto a nadie, sino de preguntar correctamente.
Periodista