¡Precondiciones para salvar las pensiones!

Sin duda el reto más grande que enfrenta Panamá es cómo rescatar el sistema de pensiones que, según los pronósticos más agoreros está a un año de quedarse sin fondos para pagarlas y dejaría en el desamparo a más de 300,000 pensionados y pensionadas.

Las causas de esta eventual tragedia son varias, entre ellas: haberle cargado indebidamente el pago de jubilaciones especiales; la morosidad del gobierno en el pago de sus deudas con la institución; la escandalosa mora de miles de patronos que, aparte de no pagar la cuota obrero patronal, descontaron las de sus trabajadores y luego se las apropiaron; las compras fraudulentas de todo tipo de equipos y las inversiones en construcciones de hospitales, policlínicas y centros de salud con precios inflados mediante múltiples adendas; las compras masivas, casi siempre a precios manipulados de medicamentos que luego caducaron o fueron a parar a manos privadas para su venta; los excesos en sus gastos administrativos; la ineficiencia en la gestión de cobros; y la inversión improductiva de sus reservas.

Después de las reformas adoptadas en el 2004, cuestionadas y cuestionables, prácticamente por todos, ningún gobierno subsiguiente quiso enfrentar la creciente peligrosidad social de una crisis que era previsible, para no pagar el precio político electoral que podría significarles. Y los otros sectores, directa o indirectamente responsables de las causas que han llevado a la actual situación no han asumido la cuota de culpa que les corresponde. Y tampoco lo harán, salvo para practicar la demagogia, durante el actual proceso electoral.

Como las consecuencias de la quiebra del sistema de pensiones sería una tragedia nacional, la solución tendrá que darse y la habrá, pero, por ahora, cuando el fragor en aumento de la contienda electoral nos saturará, no existe el clima para lograr el consenso indispensable para lograrla. Pero durante el espacio que mediará hasta que los actores involucrados estén en condiciones de hacer aportes constructivos, estos bien podrían intentar redimirse de las culpas que le son propias saneando sus pasados y demostrando con el cumplimiento de sus obligaciones pendientes que, en verdad, tienen la intención de aportar soluciones, en lugar de seguir encubriendo las causas de la crisis.

ABOGADO