- lunes 10 de octubre de 2016 - 12:00 AM
¡Por una constituyente ya!
Hace 48 años, el 11 de octubre de 1968 fue derrocado mediante un golpe militar el recién instalado gobierno constitucional del Dr. Arnulfo Arias Madrid. Y hace 44 años, el régimen castrense impuso una constitución de corte militarista, solicitada por el Gobierno estadunidense de entonces.
La dignidad nacional, que los acontecimientos del 9 de enero de 1964, habían colocado en la mente y el corazón de las grandes mayorías, se desmorona a partir del golpe de estado y la constitución que buscaba legitimarlo. Hoy, por el rescate de nuestra dignidad nacional, es que exigimos un proceso constituyente, en el cual los ciudadanos todos, que somos los únicos y verdaderos titulares del poder constituyente, podamos dialogar y debatir los valores, las normas, instituciones, procedimientos y controles que deseamos para poder vivir en un verdadero Estado de derecho constitucional.
Los factores reales de poder, tanto internos como transnacionales, rechazan la asamblea constituyente con todos los medios a su alcance porque advierten que es la única instancia en la que todos los ciudadanos panameños pueden participar e intervenir –efectivamente– en los asuntos públicos para democratizar el estado actual de cosas y transformar las estructuras corruptas e impunes, de privilegios y desigualdad, impuestas por la dictadura militar y los gobiernos que se sucedieron desde la invasión de 1989 en adelante.
Una vez más, como ya lo hicieron en 1978,1983,1994 y 2004, el gobierno actual y la partidocracia, de la mano de la élite empresarial y de la cada día más corrupta Asamblea de diputados, pretenden imponer reformas parciales e irrelevantes a la actual constitución militarista. Buscan vender, nuevamente, la falacia de que con ello bastará, tal como nos dijeron en 1983 y 2004.
Pero, ha llegado la hora de los ciudadanos para ejercer su poder constituyente, ¡exigiendo una asamblea constituyente ya! Ha legado la hora de despertar del letargo cívico y exigir un alto a tantos atropellos a nuestros derechos políticos, sociales, económicos, a nuestras garantías. ¡Llegó la hora de la constituyente!
*Catedrático Universitario