- martes 12 de noviembre de 2024 - 7:20 AM
¿Por qué tanta dilación en el caso Odrebrecht?
Según el calendario judicial hoy debería iniciar el juicio donde se ventilaría el caso Odrebrecht. Fueron muchos los funcionarios latinoamericanos que se pegaron a ese odre. Tomaron el néctar corrupto que les ofreció la empresa brasileña a cambio de contratos jugosos.
Se utilizó un esquema conocido como la caja dos donde los genios pensaron que era perfecto. El pecado fue utilizar el sistema bancario norteamericano para ejecutar algunas acciones criminales y allí comenzó la odisea de varios. Por lo que leemos en las noticias judiciales parece que hay dos expresidentes involucrados y varios exministros de Estado.
En este y en otros casos el argumento generalizado ha sido la supuesta persecución de la justicia con procedimientos selectivos. Puede que haya algo de eso, pero de que metieron la mano para robarse los dineros del pueblo, la metieron. No estoy para defender, tampoco para acusar, pero el lado positivo de la administración Varela radica en que por primera vez los peces gordos son sacados de su piscina confortable para que respondan ante la justicia.
Los medios informan que las audiencias se corren para el mes de enero y me pregunto ¿por qué dilatan un caso que ya debió ser resuelto? Y lo que más me indigna es reconocer que en Panamá la justicia camina según quien esté en el poder y eso no debe continuar así.
En otras latitudes hay gente presa por este comportamiento antisocial y aquí, los grandes personajes involucrados se pasean frente a nuestras caras restregándonos las fortunas mal habidas. Hace poco condenaron al expresidente de Perú Alejandro Toledo por haber recibido coimas de Odrebrecht. Lo mandaron a pagar 20 años de cárcel. Después de la sentencia imploró ante los jueces para que le permitieran regresar a morir en su casa.
Con la voz quebrada y las manos juntas, como si estuviera rezando, aseguró que tenía cáncer, problemas en el corazón y le faltaba poco para cumplir 80 años. “Les pido por favor, déjenme curar o morir en mi casa”, indicó. Reitero, la justicia del hombre podrá fallar, ser sesgada, pero el peso que lleva cada uno en la conciencia forma parte de esa forma divina de acabar a cuentagotas con los que, sin asco, se meten en el bolsillo los dineros de todos. Abrazos y que Dios nos bendiga.